¿En qué momento un smartphone se transforma en una tableta? Las opiniones varían, y han cambiado con los años, pero TCL lo tiene claro con su flamante Nxtpaper 60 Ultra, el smartphone que presentó en la feria IFA de Berlin.
La mayoría de los smartphones modernos tiene un tamaño de pantalla que va de 6,1 a 6,9 o (los más inusuales) 7 pulgadas. El número es holgado, pero no está de más recordar que el iPhone original de 2007 tenía una pantalla de 3,5 pulgadas, más chica que la que llevan en su tapa teléfonos plegables como el Razr 60 Ultra o el Galaxy Z Flip7. Y que por esa época una tableta como la pionera Dell Mini 5 de 2010 tenía una pantalla… de 5 pulgadas.
Es más: en 2011 Samsung sorprendió al mundo cuando presentó un dispositivo que técnicamente era un smartphone, pero que por su tamaño inusual era considerado un híbrido, o lo que entonces se denominaba una phablet (una palabra formada a partir de phone -celular- y tablet). ¿El tamaño de ese equipo, el Galaxy Note 7100? La pantalla era de 5,3 pulgadas; el equipo tenía 146,9mm de alto por 8,3mm de ancho, ya que en ese entonces los teléfonos tenían marcos bastante grandes, y lugar para un botón físico de inicio.
¿Era ese Note una tableta? Por entonces creíamos que no: el iPad original tenía una pantalla de 9,7 pulgadas, pero había muchísimos modelos con paneles de 7 pulgadas.
¿Qué debemos pensar entonces del TCL Nxtpaper 60 Ultra, que es indudablemente un celular, pero tiene una pantalla FullHD de 7,2 pulgadas? Está claro que aquí los marcos son prácticamente inexistentes: el teléfono es todo pantalla, lo que no alcanza, igual, para evitar que sea un equipo grande, con un largo de 174,4mm, un ancho de 8,1 y un grosor de 7,5mm; es marginalmente más largo y ancho que el Razr 60 Ultra, que tiene una pantalla de 7 pulgadas, pero que se pliega cuando queremos llevarlo en el bolsillo.
Acá serán esas dimensiones de manera permanente, pero por una buena causa: un panel con generación 4.0 del filtro polarizador que TCL aplica a la familia Nxtpaper, que mejora su visibilidad para que parezca papel -y lo hace ideal para leer texto-, que según la compañía reduce el cansancio visual, y que además ahora suma como novedad la ausencia de reflejos en la pantalla, y un nuevo proceso litográfico que mejora la definición del texto en pantalla.
El equipo tiene algunas otras novedades, como la compatibilidad de un lápiz (el T-Pen) para dibujar o escribir en pantalla con una latencia de 5 milisegundos (el número refiere al tiempo que pasa entre que pasamos el lápiz por el vidrio del dispositivo y el trazo correspondiente aparece en los pixeles de la pantalla; un número menor permite escribir y dibujar de manera más natural). Como referencia, la latencia en un iPad Pro con un Apple Pencil ronda los 9 milisegundos; la latencia de los equipos de Samsung compatibles con S-Pen es de 2,8 ms (del Galaxy S22 Ultra/Galaxy Tab S8 para acá).
Al igual que los modelos anteriores (incluyendo los que llegaron a la Argentina) tiene un modo “tinta” que hace que la pantalla sea monocromática y reduce las notificaciones, para ofrecer una lectura sin distracciones; este modo además extiende la autonomía de la batería a 7 días. El equipo tiene también una función de IA para transformar cualquier texto, sin importar la extensión, en un audiolibro o un podcast, además de generar los clásicos resúmenes o transformar nuestro texto manuscrito en una versión digital.
El equipo se completa con una cámara principal de 50 megapixeles y un zoom 3X, además de 12 GB de RAM, hasta 512 GB de almacenamiento, un chip Mediatek Dimensity 7400 de gama media, certificación IP68 para proteger el teléfono de la humedad y el polvo, y una batería de 5200 mAh con carga rápida de 33 watts, además de 5G, NFC, Wi-Fi, GPS y Bluetooth.