Las cartas parecen estar echadas para el oficialismo. Con el resultado de las elecciones generales vendrá una nueva conformación del Gabinete, que, según definió el propio Javier Milei, será reacomodado “para lograr los objetivos de las reformas de segunda generación“; pero aún no se conoce la magnitud y la importancia de los nombres involucrados.
Se trata de un asunto clave tanto para el domingo como el lunes, ambas jornadas que estarán cargadas de altísimo nivel de gestualidad. Es que los mercados parecen estar más interesados en saber qué tendrá Javier Milei para decir que el resultado en sí mismo. “Importa cómo comunique que va a hacer para cumplir con la hoja de ruta que tiene planificada. Por eso lo del Gabinete se vuelve tan relevante”, marca una fuente inobjetable en Casa Rosada.
Los altos funcionarios con los que habló Infobae declaran que los cambios gubernamentales no están definidos en su completitud, pero que hay una cierta base de qué hay que hacer. El Presidente tiene la certeza de que con las elecciones no conseguirá un quórum automático y de que tendrá muchas más posibilidades de garantizarse el tercio en la Cámara de Diputados que le permita sostener sus vetos y evitar el juicio político. Es decir, este panorama solo podría cambiar si es que La Libertad Avanza performa mucho menos de lo previsto, debilitando así las ganancias legislativas del oficialismo.
Milei ya habría decidido qué hacer con los Ministerios de Justicia y Seguridad, aunque no comunicará nada para evitar el factor sorpresa de los anuncios después de las elecciones. El libertario se reservó oficializar el reemplazo de Mariano Cúneo Libarona -que ayer ante Infobae comunicó que se irá después del lunes- y solo permitió que se conociera el reemplazante de Gerardo Werthein en la Cancillería, Pablo Quirno.
Aun así, el hermetismo sobre lo que pueda llegar a pasar es total. Más que nada porque persiste la incógnita de qué pasará con la Jefatura de Gabinete que hoy en día comanda Guillermo Francos. El funcionario está fuertemente enfrentado con el asesor presidencial Santiago Caputo, que tiene su propio diagnóstico de cómo debe hacerse para relacionarse con los gobernadores y sectores legislativos en pos de sacar las reformas tributaria y laboral que quiere Milei.
Caputo no estaría interesado en ser jefe de Gabinete y le resulta más cómodo continuar en su rol de consultor entre las sombras. Al mismo tiempo, eso es lo único que podría dejar trascender antes de un suceso tan significativo como un recambio de Gabinete: el mismo Milei adelantó en entrevistas que le espera un rol en el Gabinete y el asesor está dispuesto a hacer lo que se le pida.
En cuanto a la estrategia política, Caputo quiere readecuar la lógica del Ministerio del Interior, que hoy en día es una extensión del brazo de Francos, porque su titular es Lisandro Catalán, su hombre de máxima confianza. En algunos sectores de la administración libertaria gusta la idea de que el Ministerio del Interior tenga coordinación directa con las secretarías de Transporte, Obras Públicas y las áreas que refieren a Infraestructura. En rigor, así funcionó en diversas gestiones anteriores.

La dinámica de poder en el Ejecutivo llegó a un nivel de desgaste que requiere que Milei sea el mismo que revea las tareas de cada uno de sus altos funcionarios. Quienes miran la interna entre Francos y Caputo creen que es muy difícil que el jefe de Gabinete continúe en su puesto a sabiendas de que el asesor continuará ganando poder en la administración libertaria.
El ministro coordinador conversará sobre su futuro el mismo domingo en el Hotel Libertador con Javier Milei y solo parecen existir dos opciones: continúa en su cargo aceptando la nueva dinámica de poder dispuesta por Caputo o renuncia a su cargo. Quienes lo conocen ven más probable que se produzca la segunda opción. “Está cansado de la interna, que adquirió otra dinámica completamente distinta a la que había cuando asumió como jefe de Gabinete”, marca una fuente.
En el ala caputista está la noción de que debe haber un cambio de los interlocutores con las provincias. “Esto se trata de mejorar el diálogo y hacerlos sentir parte”, indica una alta fuente, que agrega que una mayor relación con los gobernadores “no requiere de darles cargos”. ¿Será por eso que el asesor está planificando una reunión amplia con gobernadores posterior a la elección?
Ese ánimo de concertación seguramente sea el que prime en el discurso que haga el líder libertario una vez conocidos los resultados del domingo, que todavía no fue escrito ni definido en su contenido. Además de la conversación que planean tener el Presidente y Francos, se prevé que ese mismo domingo haya varias reuniones del mismo Triángulo de Hierro en las que los hermanos Milei y el asesor presidencial terminen de definir el tramo grueso de las modificaciones de Gobierno.


