Mariano Recalde, en La Entrevista Informal: “Nunca ví nada tan cruel como este Gobierno en democracia”

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A días de las elecciones del 26 de octubre, Mariano Recalde, candidato a senador por Fuerza Patria, participó de una nueva edición de La Entrevista Informal. Este ciclo de Infobae, realizado en colaboración con UNICEF, busca acercar a los políticos y candidatos más relevantes a los intereses de los jóvenes.

Durante la entrevista, el dirigente peronista habló sobre la universidad pública, el desarrollo científico y el empleo. También cuestionó al presidente por la polémica con Ian Moche, el niño con autismo cuya familia denunció a Javier Milei ante la Justicia por difundir en redes publicaciones ofensivas: “Me parece de una crueldad que ni en las películas de villanos ví”.

Además, apuntó a las fuerzas de seguridad: “Hay que orientarlas a otra cosa, no a perseguir a laburantes que se la rebuscan cuando no tienen laburo. O sea, ¿a qué los empujan? ¿A que salgan a robar?”.

En esta edición de La entrevista informal participaron Alexander Emilio Ticlia Reyes, Theo Girardin, Aytana Ramirez, Catalina Maluendez, Daniela Del Castillo Seoane, Jazmin Abdala, Juan Ignacio Caricatto, Juan Ignacio Fernández, Malena Vazquez y Pilar Santos.

— Pilar: Te quería preguntar cómo pensás que debería administrarse el sistema universitario público. En los últimos años, se crearon muchas universidades para poder ampliar el acceso, pero hoy se pone en debate si ese sistema es sostenible o no.

— Lo primero que hay que decir es que para nosotros y para la mayoría de los argentinos, la educación pública en general y la educación pública universitaria no se toca. Es un pilar fundamental de nuestra identidad como pueblo, una herramienta para el progreso social, es aspiracional. El otro día escuchaba a trabajadores diciendo: «Yo quiero que mi hijo vaya a la universidad». No solamente forma profesionales para su desarrollo individual, sino también para el desarrollo colectivo de la sociedad. Que haya más ingenieros, que haya más arquitectos, que se estudien las ciencias, es fundamental para el desarrollo del país. ¿Cómo gestionarla? Primero y fundamental, no vaciándola de presupuesto, no recortando el financiamiento básico que es para los docentes y para el funcionamiento de las clases y de la investigación. La universidad pública no solamente es docencia, es investigación y extensión universitaria, que es sacar la universidad hacia afuera. Eso es lo básico. Primero, darle financiamiento, no recortarla, no ahogarla. Y después, sí, sintonía fina que hay que ir mejorando para mejorar la tasa de graduados, para mejorar los contenidos, para actualizarlos y sobre todo para darle un sentido. La universidad pública, que es autónoma, debe pensarse igual en función de la sociedad. Enseñemos a los arquitectos a planificar una ciudad, viviendas sociales, más que a construir casa de country. Esto lo decía Lula en Brasil, que se enseñaba a adelgazar a los ricos en lugar de alimentar a la población con alimentos sanos, por ejemplo. Muchas cosas se pueden hacer desde la universidad y desde la educación. No puede estar librado a que el que tenga plata acceda y el que no, que se dedique a otra cosa.

— Daniela: A partir de la expedición en aguas profundas del CONICET, que tanta repercusión tuvo en los últimos tiempos, ¿qué medidas propones con respecto a los proyectos de investigación científica?

— La ciencia junto con la educación son herramientas fundamentales para un país que quiere ser desarrollado, que quiere ser potencia, que quiere pensarse a sí mismo y no que nos piensen desde afuera. Lo del CONICET fue maravilloso por el impacto que tuvo y por cómo se vio la importancia de la ciencia. Otra vez, hay un eje que en estos tiempos es vertebrador, ¿no? La inversión, que algunos lo consideran gasto. Para nosotros la inversión en educación, en ciencia, es fundamental. La base de todo esto es invertir para tener más ciencia, más educación, que vuelvan los científicos. Lo peor que nos puede pasar es que, además, invirtamos poquito y mal para que los científicos que formamos en nuestro país se vayan a trabajar al exterior. No hay nada más lindo que poder hacer ciencia en tu país y no tener que irte afuera.

— Juani: Te quería preguntar cuál es tu postura acerca de la ESI y también si tu partido planea tomar algún proyecto o medida acerca de la educación sexual integral.

—- La educación sexual integral es fundamental y creíamos que era algo que estaba ya consensuado en la sociedad. Yo no tuve educación sexual integral cuando fui a la escuela. Supongo que ustedes sí y, y les habrá servido. La utilidad que tiene es para resolver muchos problemas reales, no solamente la formación individual, sino detectar situaciones problemáticas en las familias. Nosotros, obviamente, queremos mantenerlo, queremos impulsarlo. Queremos que se siga generando una sociedad donde se eduque bien a nuestros niños y nuestras niñas y puedan crecer con más libertad en serio. Tener conocimiento, aprender y saber estas cosas también es poder decidir más libremente cuando vas creciendo.

— Theo: En estas elecciones debuta la Boleta Única Papel. ¿Creés que trae beneficios a los electores?

— Vamos a ver cómo funciona. Yo creo que hay cosas de lo viejo que funcionan, como decía El Eternauta, ¿no? Y la boleta tradicional funcionó. Con la boleta tradicional se votó toda la vida, ganaron unos, ganaron otros, no hubo problema, la gente la conoce. Para mí tiene un montón de ventajas y pocas desventajas que no justificaban un cambio como el que se hizo. Pero bueno, ya está. Ahora hay una boleta única que vamos a ver cómo funciona. La experiencia en otras provincias donde se usó es que muchos ponen una sola cruz y se olvidan de votar la segunda categoría y hay mucho voto en blanco en la segunda categoría. A mí me gustaba más la boleta tradicional. Lo que hay que hacer, y aprovecho este espacio, es explicar cómo se vota para que la gente pueda decidir, pueda elegir con libertad, elegir bien y no equivocarse. No poner dos cruces en la misma categoría porque te anula el voto. Era como poner dos boletas distintas, te anula el voto. Poner dos cruces, una en cada categoría para elegir tantos senadores como diputados. Si no, te olvidaste de elegir diputados y otros deciden por vos.

— Aytana: Quisiera saber qué medidas específicas piensa implementar para mejorar la seguridad y reducir el delito.

— Hace treinta años que doy clase en Derecho de la UBA, casi nos cruzamos. La seguridad también es importante. En la Argentina se viene reduciendo la tasa de homicidios, que es el delito más preocupante, ¿no? Obviamente, después los robos y, y otros delitos que ya medio han desaparecido. En una época el secuestro extorsivo era un delito que estaba mucho. Me parece que pasa por una política de seguridad pensada con los vecinos, pensada no solamente desde las fuerzas de seguridad, sino con una conducción civil y democrática. Creo que la policía, particularmente hablo de la Ciudad de Buenos Aires, que es donde más conozco, tiene una tasa de policía por habitante más alta del país y te diría casi del mundo. La policía tiene que estar para cuidar a la gente, tiene que estar en los barrios y tener cercanía. No está la policía para estar amontonada como pasa ahora. Cientos de camiones para reprimir a la gente que se expresa o se quiere expresar libremente. Creo que hay que trabajar la seguridad con una política en materia de fuerza de seguridad pensada democráticamente y con otras políticas que van alrededor, porque la seguridad no es solamente reprimir el delito, sino también la prevención y un montón de otras políticas que ayudan a que bajen la tasa de delincuencia.

Ayer veía cómo la policía de la ciudad persigue a los vendedores ambulantes que se la rebuscan en un contexto donde no hay trabajo. Está vendiendo paltas un tipo que de esa manera se gana el pan y tres patrulleros, doce policías, dedicados a perseguir a un vendedor ambulante que a lo sumo está cometiendo una infracción. Pero, en este contexto, me parece que las fuerzas de seguridad hay que orientarlas a otra cosa, no a perseguir a laburantes que se la rebuscan cuando no tienen laburo. O sea, ¿a qué los empujan? ¿A que salgan a robar? No hay laburo, se la rebuscan y lo persigue la policía, le saca la mercadería, le querían sacar la plata. Le habían sacado toda la mercadería que eran paltas, frutillas y le querían manotear la plata que había recaudado. A mí me parece que para eso no está la policía.

—Emilio: Si bien sabemos que el actual Régimen Penal de Minoridad establece que la edad de imputabilidad es a los dieciséis años. Me gustaría saber cuál es tu posición acerca del proyecto de ley que baja la edad a los catorce años.

—- Yo estoy en contra de bajar la edad de imputabilidad. Si hay que combatir el delito y la delincuencia infantil, es con otras herramientas. No con esa mano dura. Me parece que hay que ser duros con otras cosas.

— Juan: Teniendo en cuenta los cambios del mercado laboral global, ¿qué medidas implementarías para que los jóvenes puedan acceder a empleos de calidad en el futuro?

—- Yo formo parte también de un proyecto político que hace de la cultura del trabajo y de la producción y la industria nacional un eje. Creo que las políticas económicas que priorizan la especulación financiera y en la primarización de la economía destruyen el empleo. Entonces, lo primero que hay que hacer para que en la Argentina haya trabajo es volver a un país que priorice la industria nacional, que priorice un modelo productivo y no un modelo especulativo y a partir de ahí adaptarnos para competir con el mundo, para desarrollar nuestra industria, para generar puestos de trabajo de calidad. En un contexto donde hay mucho desempleo, se compite a ver quién consigue trabajo, aunque sea el peor. Y se instala la idea de que el peor trabajo es mejor que no tener trabajo. No, yo quiero que todos tengan trabajo y que se pueda elegir el mejor y podamos discutir cómo mejorar la calidad de vida de la persona que trabaja. Para mí trabajar y ser libre es que vos llegues a fin de mes y te sobre plata. Si no te sobra plata a fin de mes, no sos libre en la Argentina. Tenés que empezar a resignar cosas, a perder cosas. Ser libre es trabajar un tiempo acotado y tener el resto del día para otras cosas, para la familia, para estudiar. Si vos tenés que trabajar ocho horas y después salir a manejar un Uber o tener otro trabajo porque no llegás a fin de mes, no sos libre. Eso es lo que yo creo que hay que impulsar en la Argentina.

—Catalina: Anosotros nos preocupa la salud mental y, a partir de la pandemia, vimos una mayoría de casos bastante preocupantes en lo que son casos de ansiedad y depresión. Desde tu espacio o pregunta personal también, ¿qué medidas pensás que habría que tomar para afrontar este problema?

—- Es un problema que siempre estuvo, que ahora se agravó, lo mismo que la discapacidad. ¿No? Es algo como que estaba oculto y este conflicto lo puso en la vidriera. La salud no es solamente física, sino que la mente puede sufrir muchos problemas. Nosotros habíamos propuesto en la última campaña un SAME de la salud mental para atención rápida. Creo que hay que invertir más en la educación de profesionales de la salud mental. Creo que hay que destinar más recursos humanos en los centros de salud dedicados a la salud mental. Es un tema que, que hay que darle visibilidad y atenderlo.

— Malena: Quería preguntarte qué opinás sobre la inteligencia artificial y para qué la utilizarías.

—- La inteligencia artificial es algo maravilloso que no para de sorprendernos la cantidad de funciones que cumple y cosas que se pueden hacer. Evidentemente, el avance tecnológico es enorme, es aceleradísimo y está buenísimo. Hay que estar atentos a los costos que puede tener o las consecuencias negativas que puede tener esto, por ejemplo, en el empleo; cuántos puestos de trabajo puede reemplazar la inteligencia artificial. Eso me preocupa. Creo que además tenemos que ver la manera de socializar los beneficios de la inteligencia artificial, que la productividad y los beneficios económicos que genere no queden concentrados en pocas manos de esos multimillonarios plutócratas instalados en Silicon Valley o en algún lugar del mundo y el resto del país, como en Los Juegos del Hambre, padeciendo miseria. La riqueza que genera esto se la quedan unos poquitos.

—Jazmín: Me gustaría consultarte qué postura o decisión que hayas tomado en el pasado cambiarías hoy. ¿Por qué y qué aprendiste de esto?

— Un montón. ¿Quién hizo todo bien en su vida pasada? No sé si me arrepiento. Yo tenía 17 años, siempre fui peronista y apoyé con mucho entusiasmo a Carlos Menem, porque venía con la propuesta de hacer una revolución productiva y salariazo y decirle no al FMI. Eran las tres consignas de Carlos Menem. A mí me entusiasmó y después me sentí absolutamente defraudado. Absolutamente defraudado. Y no digo que me arrepentí, pero fueron esas cosas que, si hubiera sabido el futuro, hubiera hecho otra cosa.

(fotos Adrián Escandar)

— Jazmín: ¿Y qué aprendiste?

— ¿Qué aprendí? Que hay que desconfiar un poco, que no todo es lineal. A veces, son pocos los que tienen una coherencia en la vida política y hay que saber identificarlos y valorarlos mucho.

— Catalina: Si hablamos del contexto que estamos atravesando ya hace un año y dieciocho meses, ¿cómo lo ve usted? ¿Lo ve muy urgente? ¿Lo ve esperanzador? ¿Piensa que tenemos que pasar algún otro paso más?

— Esperanza siempre, nunca bajar los brazos. Estamos a dos días de que el presidente vete por segunda vez una ley de financiamiento universitario. La primera vez, el veto se ratificó en el Congreso o no se consiguieron los dos tercios para rechazarlo por muy poquito. Cómo consiguió ese tercio de diputados para que le blinden el veto, es horrible. Todos imaginamos cómo fue. Esta vez yo tengo más esperanza. Creo que ahora hay un cambio social. Creo que ya hay un sentir generalizado, no solo de nuestro espacio político, sino de otros que acompañaron al Gobierno de decirle “basta, hasta acá” a Milei. Ya un docente no puede estar por debajo de la línea de la pobreza, no podemos seguir con las universidades que no pueden pagar la luz. Ahora hay que ponerle un freno y me parece que vamos a conseguir los dos tercios en la Cámara de Diputados y en la Cámara de Senadores para insistir con esta ley de financiamiento, que tampoco es que resuelve todo y es la ley ideal. Es un alivio frente a una motosierra que fue brutal, devastadora para la universidad pública, como para el Garrahan, como para las personas con discapacidad, como para los jubilados, como para la obra pública. También es una cosa que preocupa mucho lo que está pasando con las rutas en el interior del país, que se van deteriorando y vos no invertís. En un momento, o no se va a poder transitar o vamos a sufrir un accidente que después vamos a lamentar mucho.

— Jazmín: En el eje de política, ¿qué opina sobre aquellos dirigentes políticos que tienen pensamientos distintos, pero sin embargo hacen alianzas para vencer a la oposición?

— En la vida política hay que buscar consensos. Hay cosas que podemos pensar distintas, pero seguro hay muchas otras en las que nos podemos poner de acuerdo. Y en la vida parlamentaria estamos con esa idea, sobre todo ahora frente a un tipo como Milei, que es despiadado en los recortes. Lograr consensos en leyes para las personas con discapacidad, para los médicos del Garrahan, por ejemplo, son ejemplos de lo que se puede hacer con personas que pensamos distintos. Hay consensos incluso que atraviesan a toda la sociedad, como la defensa de la educación pública, de la salud pública, de los más vulnerables, de los derechos humanos, de la democracia. No queremos que se gobierne por decreto en la Argentina, no queremos que se veten todas las leyes, no queremos que la plata de nuestros impuestos se maneje discrecionalmente desde el Ejecutivo, cuando la Constitución dice que lo define el Poder Legislativo en la Ley de Presupuesto. Estamos sin presupuesto desde que asumió Milei.

— Catalina: Estando tantos años en política, pero también como estudiante y militante, ¿alguna vez pasaste por algo similar a esto?

— En democracia nunca vi algo así. Si nos remitimos a la historia y más atrás, hemos tenido etapas tremendas. La última dictadura militar hizo cosas realmente atroces, ¿no? Pero no, en democracia nunca vi nada tan cruel como este gobierno. No solamente recortar, sino maltratar y discutir con un adolescente, un niño con problemas de autismo desde la primera magistratura. Me parece de una crueldad que ni en las películas de los villanos ví que el rey malo maltrate de esa manera a niños. No, no me ha pasado nunca.

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Producción Periodística: Facundo Chaves y Lara Lukaszewicz

Postproducción: Nicolás Spalek y Cecilia Arizaga

Dirección de cámaras: Samuel Cejas y Diego Barbatto

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