
Este domingo uno de los focos de la elección estará puesto sobre las ocho provincias donde se eligen senadores nacionales. La renovación de la Cámara alta expone las dificultades del peronismo en el interior del país. Salvo una sorpresa en el resultado de mañana, el bloque de Fuerza Patria tendrá menos integrantes a partir del 10 de diciembre, cuando se ejecute el recambio de legisladores.
La Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), Chaco, Entre Ríos, Neuquén, Río Negro, Salta, Santiago del Estero y Tierra del Fuego son los distritos donde se eligirán senadores y en los que el PJ mezcla proyecciones positivas de un eventual triunfo con derrotas asumidas de antemano.
Esta última situación es la que viven en CABA, donde el justicialismo tiene en claro que perderá la elección, motivo por el que hace hincapié en la disputa por los diputados nacionales. El porteño es un escenario que se puede divisar con claridad y anticipación debido al histórico acompañamiento mayoritario del electorado a las expresiones electorales de centro derecha.
La sociedad entre La Libertad Avanza (LLA) y el PRO, que lleva a la actual ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, como primera candidata a senadora, ganará los comicios. En paralelo el senador Mariano Recalde, candidato de Fuerza Patria que va por la renovación de su banca, quedará en el segundo lugar. No hay demasiado lugar para las sorpresas.

La clave de la elección está en el porcentaje que obtenga cada candidato, que suma en la cuenta nacional, y la cantidad de diputados que ingresen según el número obtenido. Históricamente el PRO ha tenido un piso de 50 puntos en el territorio porteño. En el 2021, durante el gobierno de Alberto Fernández, María Eugenia Vidal sacó el 47% de los votos y recibió críticas internas por no mantener el piso de la marca. Un nivel de exigencia que ya no es sostenible al día de hoy.
La mayoría de las encuestas proyectan entre un 40 y un 45% de los votos para la sociedad oficialista, lo cual, en principio y hasta que se certifique el día de la elección, expone la pérdida de votantes. Ahora son dos espacios políticos fusionados, al mando de los gobiernos de CABA y de la Nación, y las proyecciones son peores que hace cuatro años, cuando solo el PRO había sacado 47 puntos.
Bullrich y el economista Agustín Monteverde ingresarán al Senado en representación de la mayoría. Dos violetas puros. Y Mariano Recalde entrará por la minoría. El peronismo apuesta a llegar a 25 puntos en CABA, lo que le permitiría que ingresen cuatro candidatos a diputados: Itai Hagman, Kelly Olmos, Santiago Roberto y Lucía Cámpora. Una elección por encima de ese número sería mucho más que lo esperado.
En Salta el ex gobernador Juan Manuel Urtubey, que volvió al ruedo electoral pero esta vez asociado al kirchnerismo, pelea por el segundo lugar con la candidata del gobernador Gustavo Sáenz, la ex secretaria de Energía Flavia Royón. El primer lugar del podio parece ser irremplazable. Será para la libertaria María Emilia Orozco.

Urtubey se juega una parada difícil este domingo. La candidata de Sáenz se lleva una parte del voto peronista traccionado por los intendentes que le responden al Gobernador y Sergio “Oso” Leavy, que rompió con Fuerza Patria porque fue desplazado de la candidatura a senador, absorbe otros tantos votos que pueden terminar siendo importantes en la disputa por el segundo lugar. La pelea es voto a voto.
El ex mandatario se volcó a las rutas para hacer una campaña bien territorial. En clave federal, recibió el respaldo de la agrupación Primero la Patria, que contiene a gran parte de los dirigentes peronistas del interior. A nivel nacional se reencontró con Cristina Kirchner en San José 1111, tras diez años de distanciamiento. La ex presidenta lo apoyó con una foto que hizo ruido en la campaña salteña pero contuvo a todo el voto K detrás de Urtubey.
En Entre Ríos el ex candidato a gobernador y ex intendente de Paraná Adán Bahl corre de atrás ante Joaquín Benegas Lynch, el candidato libertario que tiene el respaldo del gobernador Rogelio Frigerio. El ex ministro del Interior es uno de los tres mandatarios provinciales que hizo un acuerdo electoral con Javier Milei y que juega sus fichas a resistir la reconstrucción del PJ en la provincia.
Bahl juega en tándem con Guillermo Michel, el ex titular de la Aduana, de estrecha relación con Sergio Massa. El líder del Frente Renovador respalda directamente esa candidatura. Michel, en tanto, aparece como una de las caras nuevas en el ámbito electoral y con capacidad de crecer en protagonismo dentro de las estructura del peronismo federal. La dupla de candidatos aparece segunda en las encuestas pero acortando la diferencia en los últimos días. La gran incógnita es saber si les alcanzará para lograr un batacazo ante el oficialismo.

En la provincia el peronismo va dividido en dos. Además de la lista de Bahl está la que encabeza Carolina Gaillard, actual diputada nacional, que forma parte de Fuerza Patria en la Cámara baja, pero que no llegó a un acuerdo con el peronismo provincial, donde el cristinismo es una fuerza menor. Los pocos puntos que pueda sacar la legisladora, que no es competitiva para quedarse con el triunfo, pueden ser los que le terminen faltando a la lista oficial para ganar la elección.
En Chaco el ex gobernador Jorge Capitanich volverá a intentar un triunfo en las elecciones chaqueñas. No lo pudo lograr en las desdobladas de mayo que fueron provinciales. Pero, a diferencia de esa vuelta, incluyó en la coalición al espacio “Chaco Merece Más” que conduce Magda Ayala, intendenta de Barranqueras, que en los últimos comicios fue con una lista propia. La unidad puede ser determinante.
Capitanich va a entrar seguro al Senado. No hay una tercera fuerza que pueda pelear por ese lugar. Pero su apuesta es ingresar por la mayoría, afirmarse como el principal opositor a Leandro Zdero, y tomar mayor volumen como un actor nacional del peronismo, de cara a la organización del espacio político camino al 2027.
El ex mandatario se enfrenta a una figura que representa lo opuesto. El joven libertario Juan Cruz Godoy se propone como la cara renovadora de la política chaqueña. Pide acompañar el “orden que está haciendo Zdero” en la provincia y asegura que es momento de “reafirmar el cambio que lleva adelante Milei”. La polarización se vive al máximo en el suelo chaqueño.

En Río Negro, el ex ministro de Justicia Martín Soria pica en punta para quedarse con el triunfo. La discusión fina, según marcan las proyecciones de un puñado de consultoras, puede terminar dándose entre Fuerza Patria y Juntos Somos Río Negro, la fuerza provincial que conduce el gobernador Alberto Weretilnek y que lleva como primer candidato a senador a Facundo López con el sello del frente electoral Juntos Defendemos Río Negro.
Soria vuelve al terreno electoral tras su paso por la Cámara de Diputados y una fallida candidatura a gobernador. Cree, a diferencia de lo que marcan algunas encuestas, que el domingo la disputa se polarizará entre el peronismo y LLA, que tiene como candidata a la actual diputada Lorena Villaverde. Virtuales tercios que se acomodarán el domingo a la noche.
La legisladora tuvo que rediseñar su campaña luego de que se descubriera su relación con Claucio Ciccarelli, primo hermano y hombre de confianza de Federico “Fred” Machado, el empresario acusado de narcotráfico que financió la campaña presidencial de José Luis Espert en el 2019. Además, le pesa una acusación por una presunta actividad vinculada al narcomenudeo, por la que fue detenida en Estados Unidos en el 2022.
La campaña rionegrina está cruzada por esa polémica y por una disputa de tercios que impone una fuerza provincial sólida como la que lidera Weretilnek. El mandatario ha mantenido una relación sinuosa con el gobierno nacional pero, desde hace varios meses, está alejado de la Casa Rosada. “Estamos cansados de viajar a tomar café”, se quejaron en la provincia, en referencia las reuniones amables sostenidas con los principales funcionarios oficiales, que derivan en promesas incumplidas.

En Santiago del Estero se va a dar una situación similar a la de CABA. El resultado está cantado. El que lleva el caballo ganador es el actual gobernador Gerardo Zamora, que encabeza la boleta del Frente Cívico por Santiago. En el segundo lugar, aparece firme la candidatura de José Emilio “Pichón” Neder, que lidera la boleta de Fuerza Patria. Un peronista histórico.
Zamora es un aliado permanente de Cristina Kirchner y el peronismo nacional. Tal es así que los legisladores que le responden forman parte del bloque de Fuerza Patria en las dos cámaras del Congreso. Sin embargo, en la elección provincial van siempre separados, aunque después funcionen en conjunto. Neder, por ejemplo, fue vicegobernador de Claudia Ledesma Abdala, ex mandataria santiagueña y esposa de Zamora. Todo está entrelazado.
La bifurcación de líneas políticas llevó al comando de campaña peronista a utilizar un conteo de votos que reviste cierta polémica. Para el PJ los votos de Zamora son los votos del peronismo. Y así los van a contar. Sin embargo, el actual gobernador se presenta en las elecciones con una escudería provincial y no con el sello de Fuerza Patria, que lleva a su íntimo aliado.
Si bien el análisis que hacen tiene sustento en el sentido común porque conviven bajo el mismo techo poļítico, lo cierto es que en la competencia son dos fuerzas diferentes. La elección santiagueña tiene una particularidad más este domingo: se elige gobernador. Si no sucede nada extraño, demasiado fuera de lo normal, el próximo mandatario será Elías Suárez, actual jefe de Gabinete y hombre de máxima confianza de Zamora.

En Neuquén el peronismo corre de atrás. Según los escenarios trazados por algunas consultoras que midieron en la provincia, la lista de La Neuquenidad, la coalición que lidera el gobernador Rolo Figueroa y que lleva a Julieta Corroza como candidata, se quedaría con el primer lugar. La pelea por el segundo lugar se daría entre Nadia Márquez, de LLA, y Silvia Sapag, la cara del peronismo, que busca renovador su banca.
“No creemos en las encuestas”, aseguran en el PJ neuquino, que pone en juego dos bancas. Asumen, a regañadientes, que lo más probable es que pierdan una, que es la que actualmente ocupa Oscar Parrili, el histórico ladero de CFK. La lógica provincial que le impone el oficialismo neuquino, en detrimento de la polarización nacional, podría surtir efecto y perjudicar al PJ, al que le conviene mostrar su distanciamiento extremo con el gobierno de Milei.
En Tierra del Fuego la actual senadora Cristina López viene en levantada y pelea por el primer lugar. No es una elección sencilla la que tiene por delante debido a que un sector del peronismo se distanció de la línea oficial y presentó una opción aparte que puede sacar un buen caudal de votos. Los suficientes para limitar un eventual triunfo y abrirle un canal victorioso a la expresión libertaria.
En principio, la pelea de López es con Agustín Coto, el candidato libertario para el Senado. Y unos paso atrás viene la lista de Defendamos Tierra del Fuego, creada por los intendentes Martín Pérez (Río Grande) y Daniel Harrington (Tolhuin), de extración peronista. “Con los votos que van a sacar, teníamos un triunfo asegurado”, se quejaron en la seccional fueguina de Fuerza Patria.

En las ocho provincias el PJ pone en juego un total de 13 bancas. De acuerdo a las proyecciones electorales, aceptadas por las propias fuerzas, existirá una caída en la cantidad de bancas. En la actualidad el bloque tienen 34 legisladores. Para la conducción lo primordial es que con el recambio no se pase la barrera de los 30.
En el bloque de la Cámara alta hacen cuentas, asumen que van a perder legisladores pero mantienen cierta expectativa por el comportamiento del electorado el domingo, que puede llegar a cambiar las hipótesis. De todas formas seguirán siendo la primera minoría, un fortaleza que se mantendrá, al menos, por dos años más.
En Chaco, Neuquén, Río Negro, Salta y Tierra del Fuego el peronismo pone en juego dos bancas por provincia, mientras que en CABA, Santiago del Estero y Entre Ríos ponen solo una. La particularidad de las alianzas santiagueñas son un aliciente para las elecciones del justicialismo. Porque los dos senadores que logre meter el Frente Cívico Santiago irán a parar al bloque de Fuerza Patria y aumentarán la cantidad de legisladores.
Sumas y restas. Como suele suceder siempre en temporada de elecciones.


