Kicillof criticó al Gobierno y aseguró que estaba dispuesto a participar de la reunión de gobernadores en Casa Rosada

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Axel Kicillof, gobernador de la provincia de Buenos Aires (REUTERS/Martin Cossarini)

El gobierno nacional convocó a 20 gobernadores para comenzar a buscar acuerdos que permitan avanzar con reformas estructurales, pero excluyó a cuatro a los que considera abiertamente opositores: Axel Kicillof, Gildo Insfrán, Gustavo Melella y Ricardo Quintela.

En ese contexto, el gobernador calificó como un error estratégico esa decisión del presidente Javier Milei: durante una entrevista en Radio 10, Kicillof subrayó que su exclusión, junto a las de otros mandatarios provinciales, representa no solo un gesto de desprecio hacia una parte significativa de la población, sino también una señal preocupante sobre la orientación política y el federalismo en el país.

“Me parece que comete un error el presidente y el Gobierno porque no invita a algunos gobernadores”, puntualizó el gobernador bonaerense.

En su análisis, Kicillof remarcó que la provincia de Buenos Aires aporta aproximadamente el 40 % de la recaudación fiscal nacional y concentra la mitad de la fuerza industrial y laboral del país. Según sus palabras, la exclusión de los gobernadores que representan a casi la mitad de la Argentina en discusiones sobre temas fiscales y laborales constituye una omisión grave. “A la provincia de Buenos Aires le deben más de 12 billones de pesos en fondos de seguridad, incentivo docente y obras públicas”, denunció Kicillof, aludiendo a la quita de recursos que, según él, el Gobierno nacional ejecutó de manera “ilegal” y en contravención de la ley.

El gobernador también hizo referencia a la judicialización de estos recortes, recordando que la mayoría de los mandatarios provinciales recurrieron a la Corte Suprema para reclamar fondos que, en algunos casos, ya han sido reconocidos como legítimos por el máximo tribunal. “Se ha robado fondos de las provincias. Y es público”, afirmó Kicillof en la misma entrevista, enfatizando la gravedad de la situación financiera que enfrentan los distritos.

En el plano político, Kicillof interpretó la exclusión como parte de una estrategia del presidente Javier Milei para construir una imagen de consenso selectivo, influida por recomendaciones de figuras internacionales como el Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, y enviados estadounidenses.

“El Gobierno está construyendo la foto que le pidió Trump”, sostuvo el gobernador, quien también señaló que la intervención de Estados Unidos en la política argentina ha alcanzado niveles inéditos. “Nunca pasó que el ministro de Economía y el presidente norteamericano se involucraran de esta manera en un proceso electoral en la Argentina”, expresó Kicillof. Y apuntó directamente contra Milei: “Te salvó Trump, loco. Estabas en la cornisa”.

El mandatario bonaerense atribuyó a la administración de Trump un papel determinante en la estabilización cambiaria previa a las elecciones, describiendo la inyección de dólares por parte de funcionarios estadounidenses como un “salvataje desesperado” que evitó el colapso de las reservas argentinas. “Trump sostuvo explícitamente: ‘Si no gana Milei, desenchufo el respirador’”, relató el gobernador, calificando esa declaración como una “amenaza muy fuerte, una extorsión muy fuerte para el voto”.

En cuanto al resultado electoral, Kicillof analizó que el apoyo externo permitió a Milei obtener un 40 % de los votos a nivel nacional, cifra que, según su visión, no representa un aluvión, pero sí un respaldo suficiente para imponerse en una elección muy ajustada. El gobernador destacó que en la provincia de Buenos Aires, su espacio político logró el 41 % de los votos, el mejor resultado en dos décadas para una elección intermedia, aunque insuficiente para revertir la tendencia nacional. “En todas las otras provincias se ganó por 500 votos, 200 votos. En todas creció Milei, creo que con el espaldarazo de Trump”, puntualizó Kicillof.

El dirigente peronista también abordó la situación económica y social, advirtiendo que las políticas implementadas por Milei no traerán mejoras para los sectores populares, industriales ni para las pequeñas y medianas empresas. “Hemos tenido nuevos 200.000 desempleados y pérdida de industrias, de empresas, de todo”, alertó Kicillof en Radio 10, y anticipó que la crisis podría profundizarse en los próximos dos años, con una emergencia alimentaria y presupuestaria en las provincias.

De cara al 2027

Sobre el futuro del peronismo, Kicillof llamó a construir una alternativa amplia y renovada, capaz de dialogar con sectores que hoy no se sienten representados. “Tenemos que dejar de hablarnos a nosotros mismos”, propuso, y subrayó la necesidad de sumar a quienes defienden el federalismo, la democracia y la soberanía, más allá de las fronteras tradicionales del movimiento. “Hay que abrir, hay que ampliar. Hay que hablarle a más gente”, insistió el gobernador, quien descartó la idea de exportar el modelo bonaerense y abogó por una construcción colectiva y federal.

En relación con su propio rol, manifestó su disposición a seguir trabajando y recorriendo el país, aunque evitó definiciones sobre eventuales candidaturas presidenciales. “No es exportar el modelo de la provincia de Buenos Aires. Sino también escuchar a provincias, a sectores que no han podido reconciliarse con el peronismo, pero que no son de Milei y que no están de acuerdo con esto”, explicó.

Finalmente, el gobernador advirtió sobre el riesgo de que el Gobierno nacional utilice su triunfo electoral para avanzar en políticas de privatización y subordinación de intereses nacionales a actores extranjeros. “¿Para quién vas a trabajar, finalmente?”, cuestionó Kicillof, quien reafirmó su compromiso de no bajar los brazos y de seguir defendiendo los intereses de la provincia y del país frente a lo que considera una etapa de desafíos inéditos.

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