
La provincia de Santa Cruz presentó una disputa entre el kirchnerismo y La Libertad Avanza en las elecciones legislativas del domingo 26 de octubre, en el que la fuerza política que lidera el gobernador Claudio Vidal quedó relegada a un tercer lugar. En ese marco, el mandatario provincial afirmó que la polarización que se presentó en el plano nacional fue determinante, aunque reconoció la victoria de sus oponentes y admitió la posibilidad de realizar cambios en su gabinete.
“Hay que ser respetuoso, hay que seguir trabajando. Yo felicito a los ganadores. A seguir laburando. Nosotros no somos personas que están acostumbrados a bajar los brazos”, introdujo Vidal, quien felicitó a Juan Carlos Molina, candidato de Fuerza Santacruceña y ganador de la contienda, y a Jairo Guzmán, postulante de La Libertad Avanza que se ubicó en segundo lugar.
Consultado por la prensa local la noche de los comicios, Claudio Vidal insistió en que la derrota en Santa Cruz fue parte de una tendencia regional más amplia para Provincias Unidas, que en la Patagonia no consiguió ningún escaño y tuvo dificultades en posicionarse ante el electorado.
Según el propio mandatario, “siempre es necesario oxigenar las instituciones, los distintos sectores. Es una cuestión lógica, es algo que vamos a terminar de definir en el día de mañana”, indicó Vidal en alusión a la posibilidad de introducir cambios en su gobierno. Avanzada la jornada post electoral, los medios locales daban cuenta de que el mandatario avanzaría en un recambio en el Poder Ejecutivo.

“Ya cité a todos los funcionarios a las siete de la mañana. Lo más delicado es lo económico, pero después hay que seguir. La provincia está marcando un rumbo totalmente distinto. Se está apostando a la producción, al desarrollo. Hay muchas cosas que se vienen trabajando hace más de un año, un año y medio, y ahora comienzan a dar resultados. Hay que seguir”, indicó.
Vidal agradeció a los militantes y funcionarios “que acompañan” y reconoció que, pese a los esfuerzos realizados en campaña, la realidad política nacional terminó condicionando el voto. “En un momento tan delicado es muy difícil salir a golpear las puertas. Hicimos todo lo que estuvo a nuestro alcance. No alcanzó. Hay mucha rivalidad entre los dos polos opuestos políticos a nivel país y eso se traduce muchas veces en voto. Hay que seguir trabajando. Yo sigo convencido de que la posibilidad de que la provincia salga adelante es a través de la producción, el desarrollo y el empleo”, afirmó el gobernador, reiterando su llamado a enfocarse en lo económico y en generar trabajo. Anticipó además una próxima reunión con intendentes y comisionados de Fomento de su espacio electoral para analizar el futuro próximo de la fuerza en la provincia.
Cuestionado sobre el rol que deberán asumir los legisladores electos por Santa Cruz, Vidal les pidió “que ayuden a Santa Cruz, que no le pongan palos en la rueda”, e insistió en la importancia de representar los intereses provinciales en un contexto nacional desafiante: “Si le va bien al gobierno provincial, le va bien a la gente. Ojalá que esto se pueda traducir en ayuda para la provincia, no solamente para Santa Cruz. Las provincias realmente están complicadas en lo económico, pero el pueblo argentino votó”, señaló durante sus declaraciones a la prensa, marcando distancia del resultado pero mostrando predisposición al diálogo institucional.
Uno de los referentes de Provincias Unidas resaltó además que el armado del espacio “recién comienza”, destacando el desafío doble que implicó instalar una nueva propuesta en medio de un proceso de polarización nacional. Recordó que la elección intermedia en Santa Cruz no consagraba al oficialismo local desde 1991 y asumió que el resultado es un mensaje de la sociedad hacia quienes ocupan responsabilidades institucionales. “A los que estamos en el gobierno tendremos que corregir algunas cosas. Insisto, siempre hay que corregir. Haremos un balance mañana en la reunión de gabinete… Hay que seguir trabajando. La provincia está marcando un rumbo totalmente distinto”, insistió.


