La leyenda del tenis que sorprendió con su presencia en La Bombonera durante el triunfo de Boca ante Argentinos

0
8






El duelo entre Boca Juniors y Argentinos Juniors, correspondiente a los cuartos de final del Torneo Clausura, tuvo una espectadora de lujo: la tenista bielorrusa Victoria Azarenka dijo presente en la Bombonera y causó furor.

Antes de que comenzara la segunda etapa, cuando Boca ya se imponía 1-0 con gol de Ayrton Costa, la transmisión televisiva, a cargo de ESPN, mostró a la tenista en uno de los palcos del estadio. Rápidamente, la imagen se replicó en las redes sociales, remarcando su presencia.

Luego, a poco del final, se pudo ver a la tenista recibir de manos de Juan Román Riquelme, presidente del club, una camiseta del elenco azul y oro. Además, posaron juntos en una foto.

Esta no es la primera vez que la tenista muestra arraigo con Argentina. En marzo, la ex número uno del tenis femenino compartió en sus redes sociales una imagen que dio la vuelta al mundo.

Azarenka, en acción durante el US Open (REUTERS/Brendan Mcdermid)

En la fotografía, publicada en su cuenta de X (@vika7), donde la siguen 1,3 millones de personas, se observó el interior de su automóvil con un mate ubicado en el portavasos. La tenista bielorrusa acompañó la imagen con la frase: “Disfrutando el culto del mate”.

A sus 36 años, Azarenka reside en Montecarlo, aunque nació en Minsk, y mantiene una relación cercana con la cultura argentina. Su trayectoria en el circuito profesional la llevó a liderar el ranking mundial de la WTA durante 51 semanas entre 2012 y 2013, y actualmente ocupa el puesto 134.

La afinidad de la tenista con Argentina no se limita al mate: el año pasado, durante el Abierto de Australia en Melbourne, confesó su admiración por Lionel Messi. En esa ocasión, declaró: “Vi muchos videos de él sentándose en el pasto yendo a ver partidos de sus hijos, me hace conectar con mis hijos también, es divertido… Personalmente no lo conocí, fui a ver algunos partidos, no sé si estoy preparada para conocerlo”.

La relación de Azarenka con referentes argentinos se extiende también al ámbito deportivo fuera del tenis. La jugadora tomó clases de polo con Adolfo Cambiaso, considerado una leyenda de ese deporte. Este acercamiento a figuras emblemáticas y costumbres típicas de Argentina refuerza el vínculo de la exnúmero uno con la cultura del país, más allá de su carrera en el tenis profesional.

A lo largo de una trayectoria marcada por su tenacidad y consistencia, Victoria Azarenka ha conseguido establecerse como una de las máximas figuras del tenis femenino mundial. En el circuito profesional, la jugadora de Bielorrusia ostenta dos títulos de Grand Slam en la modalidad individual, habiéndose impuesto a María Sharápova en la final del Abierto de Australia 2012, y a Li Na en la edición de 2013.

Con ello, se convirtió en la primera bielorrusa en lograr un Grand Slam en individuales, junto a triunfos en dobles mixtos en el Abierto de Estados Unidos 2007 y el Roland Garros 2008. Además, ha disputado 13 finales de Grand Slam y sumado 21 trofeos individuales en la WTA, diez de ellos en torneos de mayor jerarquía.

El impacto de Azarenka traspasó el ámbito de los torneos convencionales: en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 hizo historia para su país al obtener la primera medalla olímpica bielorrusa en tenis, al derrotar a María Kirilenko en el partido por el bronce. Ese mismo año, junto a Max Mirnyi, se alzó con el oro en dobles mixtos, superando a la dupla británica compuesta por Laura Robson y Andy Murray.

La relación de Vika con el tenis comenzó en su infancia en Minsk, cuando su madre Alla la llevó por primera vez a una cancha a los siete años; desde entonces, el deporte se transformó en una meta vital. Durante su formación, tuvo la guía de la argentina Bettina Fulco durante dos años, etapa que consolidó su estilo agresivo, de golpes planos y poderosos, y una marcada preferencia por las pistas duras. Adora el revés, considera a Steffi Graf y Roger Federer ejemplos de profesionalismo y domina cuatro idiomas: bielorruso, español, inglés y ruso.