
La suspensión de la nadadora transgénero Hannah Caldas por negarse a someterse a una prueba genética de verificación de sexo ha generado un intenso debate en el ámbito deportivo internacional. World Aquatics, la federación internacional de natación, anunció la sanción de cinco años para la atleta portuguesa-estadounidense, una decisión que implica la anulación de todos sus resultados obtenidos entre junio de 2022 y octubre de 2024 y le impide participar en cualquier evento o actividad oficial hasta el 18 de octubre de 2030. La medida responde al incumplimiento de los requisitos de elegibilidad para la categoría femenina, establecidos en el Código de Integridad de la federación.
La resolución de World Aquatics se fundamenta en la negativa de Caldas a realizarse una prueba cromosómica, exigida para demostrar el cumplimiento del requisito cromosómico específico que permite competir en la categoría femenina. La Unidad de Integridad de Deportes Acuáticos detalló que la nadadora violó artículos relacionados con el suministro de información falsa, la falta de honestidad y el comportamiento contrario a los principios de integridad, así como las secciones sobre certificación de sexo y requisitos para la categoría femenina.
Frente a la decisión de la federación internacional, Hannah Caldas defendió su postura. “Las pruebas cromosómicas son procedimientos invasivos y costosos. Mi seguro se niega a cubrirlas porque no son médicamente necesarias. Ningún estado de Estados Unidos exige pruebas genéticas para eventos deportivos recreativos como estos. Ni siquiera US Masters Swimming, el organismo rector nacional de la natación recreativa para adultos en el país, las exige para nada”, declaró.
Caldas manifestó que comprende las consecuencias de su decisión, pero considera que proteger su información médica es prioritario. “Entiendo y acepto las consecuencias de no cumplir con una investigación de World Aquatics. Pero si una suspensión de cinco años es el precio que debo pagar para proteger mi información médica más íntima, entonces definitivamente lo afronto, por mí y por todas las demás mujeres”, subrayó.
Mientras World Aquatics impuso la suspensión y la anulación de resultados, el panel de Revisión de Elegibilidad de US Masters Swimming, la entidad que regula la natación recreativa para adultos en Estados Unidos, permitió a la nadadora competir en la categoría femenina del Masters Spring Nationals 2025.

A lo largo de su carrera, Hannah Caldas se ha destacado tanto en la natación como en el crossfit. La deportista, de 48 años, fue aspirante olímpica por Portugal para los Juegos de Londres 2012, quedando a solo 0,3 segundos del tiempo clasificatorio en los 50 metros libre. Ha obtenido récords mundiales máster de la FINA en tres relevos diferentes y récords nacionales de US Masters Swimming en los 50 metros pecho y los 50 y 100 metros libre. Además, fue galardonada con el premio All Star de la USMS en 2010 y 2011, y alcanzó el estatus All-American en más de 20 pruebas individuales.
En 2011, la FINA la clasificó como la nadadora máster más rápida del mundo mayor de 30 años en los 50 y 100 metros libre. Ese mismo año, Caldas comenzó a practicar crossfit, disciplina que compaginó con la natación. Según el sitio Breaking Muscle, su rutina incluía nadar 4.000 metros diarios, seis días a la semana, y entrenar crossfit cinco días por semana. Además, ejerció como profesora adjunta de neurocirugía en la Universidad Wake Forest entre 2006 y 2010 y reside actualmente en Phoenix, Arizona.


