Cómo influye la preparación física y mental de Fernando Alonso para competir en la Fórmula 1 a los 44 años

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Fernando Alonso desafía la longevidad en la Fórmula 1 con más de 400 carreras y una rutina física extrema (Reuters / Jerome Miron)

La Fórmula 1, categoría reina del automovilismo, exige a sus pilotos una resistencia fuera de lo común. Las carreras pueden llegar a durar dos horas, a menudo con temperaturas elevadas dentro del monoplaza y fuerzas G que someten el cuerpo a presiones comparables a las que experimentan los astronautas.

En cada curva, el cuello de los pilotos se somete al equivalente de 25 kilos de peso adicional, lo que requiere una musculatura específica, además de una capacidad de concentración sostenida bajo entornos de estrés físico y térmico. Es por ello que el entrenamiento debe ser minuciosamente diseñado para que cada uno de los protagonistas pueda enfrentar estas condiciones carrera tras carrera.

Fernando Alonso, uno de los protagonistas de la historia, desafía los límites de la longevidad deportiva en la categoría. A los 44 años, el piloto asturiano se mantiene como una de las figuras más constantes y competitivas de la parrilla, en un entorno donde la mayoría de sus colegas apenas llegan a los 30 años. Su presencia en la temporada 2025, con más de 400 grandes premios disputados, lo convierte en un referente para las nuevas generaciones.

El piloto español mantiene su competitividad en la máxima categoría a los 44 años (REUTERS/Bernadett Szabo)

Esta regularidad y vigencia se explican por una combinación de disciplina, adaptación y una preparación física diseñada para soportar las exigencias extremas de la máxima categoría. Según el fisiólogo deportivo, Carlos Rodríguez, el entrenamiento cardiovascular es esencial para mantener la reacción y el rendimiento en estas condiciones, donde la fatiga puede comprometer la seguridad y la competitividad.

Entrenamiento físico de Fernando Alonso

La rutina de entrenamiento físico de Fernando Alonso se estructura en sesiones diarias que, durante la pretemporada, alcanzan entre cuatro y cinco horas. Estas jornadas combinan ejercicios cardiovasculares y de fuerza, una base que, según el propio piloto, le permite afrontar las 24 carreras del calendario actual, el más extenso en la historia de la Fórmula 1.

La preparación física comienza en los Alpes italianos. Allí, el asturiano, junto a su fisioterapeuta Edoardo Bendinelli, realiza pruebas de rendimiento que incluyen test de cardio en distancias de uno, cinco y diez kilómetros, mediciones de grasa y músculo, pruebas de reacción y máximos de fuerza en el gimnasio. Estos datos permiten ajustar la rutina para compensar la pérdida progresiva de masa muscular, un fenómeno que el piloto ha identificado especialmente desde los 35 años.

Los pilotos pueden perder hasta cinco kilos por carrera (Europa Press)

El objetivo principal es recuperar la masa muscular a niveles óptimos sin sacrificar la reactividad ni la resistencia cardiovascular. El entrenamiento específico del cuello ocupa un lugar central: Fernando Alonso utiliza arneses y pesas diseñados para simular las fuerzas G que enfrenta en pista, fortaleciendo una zona que soporta cargas extraordinarias en cada curva.

Este trabajo se complementa con ejercicios de core, los cuales se enfocan en la zona central del cuerpo. Estos ejercicios proporcionan estabilidad y control en condiciones extremas. La importancia se refleja en otros deportes de resistencia, ya que la estabilidad resulta clave para rendir en pruebas de alto rendimiento.

La recuperación es otro pilar fundamental en la preparación del piloto español. Tras cada carrera, se somete a baños de hielo, una técnica que adoptó durante su etapa en Ferrari y que le permite acelerar la recuperación muscular para estar listo cada dos semanas. El calendario internacional de la Fórmula 1 implica desplazamientos constantes entre continentes, lo que añade el desafío del jet lag. Para mitigar sus efectos, mantiene la actividad física incluso durante los vuelos, evita permanecer más de tres horas sentado y realiza micro-entrenamientos en cualquier espacio disponible.

El entrenamiento de Fernando Alonso se apoya en la resistencia y la recuperación (Instagram / @fernandoalo_oficial)

Alimentación de Fernando Alonso

Su alimentación ha experimentado una transformación significativa desde 2018, cuando adoptó una dieta vegetariana. Según el piloto, este cambio ha mejorado su energía y la calidad del sueño, optimizando la recuperación entre carreras. En la temporada más reciente, Alonso incorporó un nutricionista propio a su equipo, lo que permitió ajustar de manera precisa la ingesta de carbohidratos, proteínas y vitaminas en función de la carga de entrenamiento

Las grasas saturadas han sido eliminadas de su dieta, y la planificación nutricional se adapta a los objetivos de cada fase de la temporada. El piloto destacó que, gracias a la colaboración con los profesionales del equipo, ha logrado preparar su cuerpo mejor que nunca. El control de la alimentación y la suplementación se realiza en función de los datos históricos de rendimiento, lo que permite maximizar los beneficios del entrenamiento y compensar los efectos del envejecimiento fisiológico.

De este modo, los objetivos son mantener los parámetros fisiológicos de una persona mucho más joven, lo que se traduce en una mayor capacidad de recuperación y un rendimiento sostenido a lo largo de la temporada de la categoría reina, que año a año se vuelve más desafiante. La combinación de entrenamiento físico, recuperación avanzada y una nutrición planificada lo mantiene en competencia en un entorno donde la exigencia física y mental es máxima.