
El comienzo de la semana en la región del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) se vio marcado por el frío, pero con el correr de las jornadas la temperatura regresó a niveles más acordes para esta altura del año, en la estación de la primavera.
Durante la jornada de este jueves, los vientos predominantes del este siguieron presentes, con eventuales rotaciones hacia el noreste, lo que aportó cierta variabilidad a las condiciones meteorológicas. Las temperaturas extremas se movieron entre 12 y 18 grados, garantizando un ambiente fresco y húmedo en buena parte del día.
El panorama comenzará a cambiar el viernes cuando un nuevo frente frío ingrese por la región central del país. Este fenómeno tenderá a provocar tormentas aisladas en sectores como La Pampa y el sudoeste bonaerense, aunque la extensión de estos eventos será limitada y puntual.
El impacto principal se sentirá en la región de Cuyo, mientras que en AMBA no se anticipan lluvias. En tanto, en la Ciudad de Buenos Aires y alrededores, la rotación de los vientos hacia el norte generará un ascenso térmico.

Las madrugadas traerán mínimas de 13 grados, y hacia la tarde la temperatura máxima llegaría a los 23 grados, de acuerdo con los datos del pronóstico del Servicio Meteorológico Nacional (SMN). El cielo estará parcialmente nublado.
Ya en la jornada del sábado, el dominio de los vientos del sector norte será más notorio, aunque hacia el final del día se prevé una rotación hacia el este, según Meteored.
En comparación con el viernes, las temperaturas mínimas experimentarán un leve aumento, hasta los 16 grados, mientras que la máxima alcanzaría los 25 grados, unos registros que se acercan bastante a los habituales de noviembre.
El domingo, el viento se presentará leve y de direcciones variables, inyectando cierta incertidumbre en el pronóstico. Si bien la chance de lluvia es baja, no se descartan chaparrones en la segunda mitad del día. Según el SMN, habrá un 10% de probabilidad para este escenario lluvioso. El firmamento estará mayormente nublado, agrega el organismo nacional.

A diferencia de los otros días del fin de semana, la mínima será fresca: 14 grados. Sin embargo, la máxima con 25 grados, marca la continuidad de temperaturas primaverales.
Todo indica que el lunes seguirá la inestabilidad en el cielo. El viento soplará leve y variable, mientras una nueva masa de aire frío avanzará hacia el noreste, impulsada por otro frente. A pesar de ello, las temperaturas aumentarán: mínimo de 16 y máxima de 27 grados.
Ya a partir del martes, se pronostica una caída en las temperaturas, con máximas que se ubicarían por debajo de los 20 grados y mínimas que descenderán varios grados. Para esta jornada, el organismo nacional prevé que puede llover en la segunda mitad del día con probabilidad que varía entre un 10% y 40%.
Las alertas amarillas en el interior

De acuerdo con el sistema de alertas tempranas del Servicio Meteorológico Nacional, hay seis provincias que deberán estar atentas a las condiciones climáticas por advertencias.
Durante la jornada del viernes, en el norte de La Pampa, sur de Córdoba, San Luis y noreste de Mendoza rige una alerta amarilla por tormenta.
En cambio, en el resto del terreno mendocino, San Juan y oeste de La Rioja, la advertencia es por fuertes vientos y viento Zonda, dependiendo de la zona.
En cuanto al sábado, la situación se mantiene igual para San Luis y parte de Mendoza. En San Juan, este y sur de La Rioja, y el centro mendocino, la precaución es por viento. De igual manera ocurre en dos provincias patagónicas: Tierra del Fuego y norte de Santa Cruz.
