“Los nenes vieron a mi hijo en un charco de sangre y el arco encima”: el relato de de la tragedia en un club de Quilmes

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Nuestro hijo era un basquetbolista de nueve años y en una tarde habitual, después de entrenar, escuchamos un estruendo y lo vimos tendido bajo el arco, fue desesperación, gritos, llantos y la corrida a un final trágico”, relataron Guido y Marina, padres de Benicio Farji. Ellos describieron el momento en el que su hijo recibió el golpe letal de un arco de handball, que no estaba amurado al suelo, en la cancha del Club Atlético Argentino de Quilmes.

Según el testimonio, el accidente ocurrió tras finalizar un entrenamiento, cuando el arco cayó e impactó la cabeza del niño. “Tuvo un impacto tan certero que se le desconectó la cabecita y quedó simplemente asistido y mecánicamente para que pueda tener el mejor final posible, fue en el hospital de El Cruce, ya al día siguiente”, detalló la familia. La desesperación movilizó a padres y profesores, quienes trasladaron a Benicio en auto al Hospital Isidoro Iriarte. Allí, el niño ingresó en estado crítico, con paro cardiorrespiratorio, y los médicos evaluaron la posibilidad de una intervención neurológica de urgencia.

El niño de 8 años sufrió traumatismo craneoencefálico y hemorragia intracraneal al caerle un arco en la cabeza en Quilmes

El club no brindaba soporte ni ayuda suficiente a la actividad de básquet, según denunciaron los padres. “La actividad no tenía ayuda del club, en absoluto. Si faltaba una pelota, si había que arreglar una red o un tablero, éramos los padres quienes lo hacíamos y quienes pagábamos de nuestro bolsillo”, expresaron en diálogo con Radio Mitre. Los arcos de handball nunca estuvieron amurados, pese a que padres y entrenadores habían señalado la situación en cartas y reclamos, pero la respuesta, afirman, fue siempre nula.

La relación con la dirigencia quedó marcada por la distancia. “A La Rosa (presidente) lo vi ayer en el hospital, nunca participó de la actividad, no conocía a Benicio, ni a ningún otro niño. La respuesta del club fue háblenle al profe, que es otro papá más”, denunciaron. Para los padres, las prioridades del club estaban en el fútbol, mientras que otras disciplinas carecían de atención e inversión.

El impacto del hecho dejó una huella inolvidable entre los compañeros y familias. “Hoy para nosotros el tiempo se detuvo y nuestro interés es que esto sea visible, que alguien sea responsable y que deje un precedente para que no le pase a otro chico”, afirmaron. También remarcaron: “Los compañeritos y la gente de básquet están aterrorizados, no quieren volver, tienen miedo. Mi hijo mayor, de doce años, vio a su hermano tendido en el piso con un charco de sangre y el arco encima. Eso lo vieron todos los nenes”.

Tras el accidente, Benicio fue sometido a estudios tomográficos y cirugías. El pronóstico era grave desde el primer momento debido al traumatismo craneoencefálico severo y hemorragias internas. Los profesionales del hospital quilmeño lograron estabilizarlo, pero el cuadro se agravó y tuvo que ser derivado al Hospital de Alta Complejidad El Cruce, donde finalmente confirmaron su muerte cerebral.

La comunidad de Quilmes expresó profundo pesar por el fallecimiento del joven deportista Benicio Farji (Argentino de Quilmes)

El Club Atlético Argentino de Quilmes informó la muerte de Benicio Farji mediante un comunicado oficial en el que expresó sus condolencias a la familia y resolvió suspender todas las actividades hasta el lunes 3 de noviembre. La noticia generó un profundo dolor en Quilmes, donde la comunidad educativa y deportiva sigue conmocionada por lo ocurrido.

“Agradecemos mucho tu presencia. Que esto sirva para que no le pase a otro chiquito”, cerraron los padres en la entrevista.

Benicio, alumno del colegio Nazareth, participaba de una actividad grupal en las instalaciones de la entidad cuando ocurrió el accidente. Según testigos, uno de los chicos intentó treparse a un arco de handball. El elemento, al no encontrarse debidamente amurado al suelo, cedió y cayó sobre él, generando un impacto directo en la región occipital de la cabeza.

La fuerza del golpe desencadenó consecuencias severas: traumatismo craneoencefálico, hemorragia otorrinofaríngea y un episodio de paro cardiorrespiratorio que requirió intervención médica inmediata, según le indicaron a Infobae.

El niño fue sometido a estudios tomográficos, los cuales confirmaron la presencia de graves lesiones craneales y hemorragia intracraneal, complicaciones que condicionaron de entrada el pronóstico.

En un intento por estabilizarlo, el personal médico identificó además un cuadro abdominal agudo, por el cual fue necesaria una cirugía de urgencia. La intervención en el quirófano del hospital quilmeño resultó positiva, aunque el cuadro general del paciente seguía siendo de máxima gravedad.