La investigación judicial que se abrió este jueves a partir de la denuncia por la desaparición de la cantante de Bandana, Lourdes Fernández, volvió a poner en la mira la violenta relación de la artista con su pareja. Se trata de Leandro Esteban García Gómez, quien tiene al menos dos denuncias previas por golpes y maltratos.
Sus antecedentes lo ubicaron como el principal sospechoso para la Justicia del hecho desencadenado esta mañana, cuando se desplegó un operativo para encontrar a Lourdes, luego de que su madre denunciara que no sabía de su paradero desde el 4 de octubre. Lo llamativo: dijo que temía que estuviera secuestrada por su novio.
Según supo Infobae, Lourdes y García Gómez comenzaron a salir hace cinco años y en paralelo, comenzó una larga historia de maltrato. Fue en 2022 cuando la artista presentó la primera denuncia contra él por lesiones leves.
En ese entonces, Fernández publicó un video en su cuenta de Instagram con su cara golpeada donde contó lo que ocurrió: “Todos en el edificio escucharon. Según él, gritaba porque tenía ataques de pánico. Si pasa, DENUNCIEN, no tengan miedo”, dijo, relatando una situación puntual de la que no dio detalles.
Y continuó: “Me filmó sin que yo sepa. Me sacaba fotos desnuda sin mi consentimiento. Me metía cosas en la bebida y yo siempre pidiendo cosas porque ‘me emborrachaba’. Amor es la falta absoluta de sufrimiento. El amor no duele”.
Luego la cantante habló con la prensa y detalló: “No quiero dar muchos detalles porque esto está en manos de la ley, no es una cuestión personal. Nosotros nos empoderamos desde muy chiquititas, el hecho de ser ‘víctima’ no me gusta mucho, no me gusta la palabra. Porque yo creo que todos podemos hacer algo por nosotros mismos, siempre y salir adelante, cumplir los sueños, esforzarse por lo que uno quiere…”.
Cuando la denuncia se hizo pública, la mamá de Lourdes, Mabel, también dialogó con periodistas y contó que su hija estaba en una relación muy violenta. “Era un final anunciado. Yo creo que ella se asustó, tenía miedo y no quería denunciar. Me dijo que también tenía golpes en el cuerpo, pero yo no la quise revisar porque sentí que tenía que contenerla”, explicó la mujer durante la entrevista.

Lourdes y el agresor volvieron a tener vínculo después de esa denuncia. Y este año, otro hecho de violencia obligó a la cantante de Bandana a radicar una nueva presentación judicial contra García Gómez.
Fue el 1 de octubre, cuando la Policía acudió al domicilio donde convivían tras una fuerte discusión entre ambos. Fue luego de que vecinos del edificio llamaran al 911. Este episodio derivó en que el hombre se fuera de la casa.
Ahora, su abrupta desaparición encendió nuevamente las alarmas y volvió a poner a su novio en la mira. Por eso, este jueves, en el marco de la búsqueda intensa para dar con la artista, el hombre cuestionado debió abrir las puertas del departamento a la Policía de la Ciudad para que revisen su casa. Pero Lourdes no estaba allí. Ella después publicó un misterioso video en sus redes donde dijo que estaba bien.
A García Gómez lo allanaron luego de la declaración de la madre de la cantante, quien dio detalles del vínculo violento que tenía su hija con el sospechoso. En este contexto, dijo que hubo un tiempo que estuvieron separados y que en ese momento Lourdes Fernández había experimentado una mejora notable: había sido convocada para reincorporarse a Bandana, lo que implicaba una nueva etapa artística con ensayos y presentaciones.
“Estaba ilusionada y en pleno proceso creativo, manteniendo contacto permanente con sus compañeras. Sin embargo, este escenario cambió abruptamente. Y García Gómez comenzó a ejercer un control cada vez más estricto sobre las actividades, el teléfono y las redes sociales de Lourdes, impidiéndole continuar con su trabajo musical y aislándola de su entorno. Las compañeras del grupo dejaron de tener contacto con ella“, según consta en la denuncia.
El último encuentro personal entre madre e hija se produjo el 4 de octubre. La madre de la cantante dijo que la “nerviosa, con dolores y marcas visibles en el rostro y la cabeza” y que su hija intentó justificar las lesiones alegando que “se había caído de una escalera”.


