Hallaron entre bananas y papayas un cargamento de cocaína con la marca del Delfín valuado en $360 millones

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El can detector, una de las claves del procedimiento

Venían siguiendo la pista desde hacía tiempo y decidieron actuar cuando el camión circulaba por la provincia de Santiago del Estero. Los agentes de la Policía Federal escucharon cómo el camionero de 55 años, y oriundo de la localidad jujeña de Perico, en su defensa alegó que transportaba cajones de bananas y papayas con destino al Mercado Central de Buenos Aires. Pero, los papeles no eran convincentes y la requisa dio positivo: 85 kilos de cocaína con el sello del Delfín.

Todo sucedió en la localidad santiagueña de Taboada, en un operativo coordinado con el Ministerio de Seguridad Nacional. Los policías de la PFA hallaron el cargamento de droga valuado en unos 360 millones de pesos (en Bolivia se consigue a USD 3000 el kilo -al cambio de $1400-) oculto entre cajones de frutas.

El procedimiento se concretó en el kilómetro 668 de la Ruta Nacional N° 34, a unos 50 kilómetros de la capital provincial. Allí, personal de la División Unidad Operativa Federal (DUOF) Santiago del Estero realizó un operativo cerrojo tras varias jornadas de vigilancia.

El vehículo investigado era un camión Scania modelo G380 color naranja, con semirremolque Randon color blanco y carpa azul, sin inscripción de empresa.

Los panes entre la fruta

Al momento de la detención, el rodado era conducido por Ramón E.B., ciudadano argentino de 55 años, domiciliado en la localidad jujeña de Perico. El chofer manifestó que transportaba cajones de bananas y papayas con destino al Mercado Central de Buenos Aires. No obstante, los uniformados advirtieron inconsistencias en la hoja de ruta y en la documentación presentada, lo que motivó una revisión exhaustiva.

Durante la inspección se utilizó al can detector “Yana” (D123), que marcó la posible presencia de estupefacientes en uno de los cajones. En ese momento se extrajeron nueve ladrillos compactos, que fueron sometidos a prueba de campo en presencia de testigos, dando resultado positivo para cocaína.

La droga tenía el sello del Delfín y uno de los nombres con los que se vincula ese tipo de cargamentos es con los que vienen de la frontera norte del país del Delfín Castedo, apodado “El Patrón del Norte” y actualmente preso y condenado por narcotráfico y por el homicidio.

La droga secuestrada

Inmediatamente, fue notificado el Juzgado Federal N° 1 de Santiago del Estero, a cargo de Guillermo Molinari, y se dispuso la detención del chofer y el traslado del camión a la sede policial para continuar con la revisión.

Ya en dependencias de la DUOF Santiago del Estero, se procedió a una inspección completa del vehículo, donde se hallaron otros 61 ladrillos de cocaína ocultos entre las frutas. En total, se contabilizaron 70 paquetes compactos, envueltos en nailon amarillo con franjas verdes y con un peso de 85 kilos.

La causa quedó a disposición del juez Molinari y de la secretaría de Marcelino Ferreiro. El chofer fue imputado por infracción a la Ley 23.737 de drogas bajo la modalidad de contrabando y quedó detenido.

El chofer del camión detenido

Las investigaciones continúan abiertas con el fin de determinar el destino final de la droga y establecer vínculos con eventuales redes de comercialización.

No es la primera vez

En abril pasado y también en una causa que intervino el juez federal Molinari, en la localidad santiagueña de Pozo Hondo se produjo el hallazgo de 152 kilos de cocaína ocultos en un camión que transportaba bananas.

El operativo se desarrolló en la ruta N°34 y la intervención de la Policía Federal comenzó la noche previa y se extendió hasta la madrugada, cuando los agentes detuvieron un camión que había partido de San Ramón de la Nueva Orán, en la frontera de Salta con Bolivia.

El vehículo tenía como destino final las provincias de Santiago del Estero, Córdoba y Buenos Aires. Al ser interrogado en el retén policial, el conductor correntino declaró que transportaba frutas. Sin embargo, la inspección más minuciosa del vehículo determinó otra cosa.

La droga se encontraba cuidadosamente camuflada debajo de las bananas. En total, hallaron 150 “ladrillos” distribuidos en 13 cajones. Estaban envueltos en materiales diversos, como nailon amarillo, papel gris metalizado y cinta color madera. Algunos de estos “ladrillos” presentaban en su exterior la inscripción “GN” o etiquetas con la imagen de un lobo, mientras que varios mostraban en bajorrelieve la figura de un delfín.