Habló uno de los dueños de los animales envenenados en Las Cañitas y reveló cómo fueron los síntomas de la intoxicación

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En medio de la investigación judicial por el envenenamiento de mascotas en el barrio porteño de Las Cañitas, los dueños de los animales intoxicados comenzaron a contar en detalle lo que vivieron en los últimos días. La situación, que generó preocupación entre los vecinos de la zona y derivó en la intervención de la Justicia de la Ciudad de Buenos Aires, dejó un saldo de al menos tres perros muertos y nueve más afectados, según reportaron residentes del lugar.

“Mi señora saca a pasear a Román como lo hace habitualmente, y en el árbol de acá enfrente él come algo”, relató uno de los dueños en un móvil de TN. Según describió, el animal masticó una sustancia que encontró al pie de un árbol en la vereda, y a los pocos minutos empezó a mostrar signos de desorientación. “Le empieza a agarrar como temblores en las patitas, se desvanece en el piso, ella lo trae a casa con mucha espuma en la boca”, detalló.

El hecho ocurrió sobre la calle Arce al 600, una de las zonas identificadas como epicentro del problema. Alrededor de las 00:30, según la denuncia de otra vecina, su perro también ingirió un elemento desconocido mientras caminaban por esa cuadra. “Minutos después comenzó a temblar, se desvaneció y murió con síntomas compatibles con envenenamiento, según afirmó un veterinario”, declaró ante las autoridades.

Apenas unas horas después, hacia las seis de la mañana, el mismo dueño de Román recibió un mensaje de un paseador de perros que le advirtió sobre otro caso similar. “Hay un perrito que está internado por intoxicación”, le dijo. Fue entonces cuando comenzaron a relacionar los hechos. Al entrar a un grupo vecinal, se encontraron con una seguidilla de reportes similares: según denunció, había nueve perros intoxicados, varios internados, otros en observación, y en algunos casos, palomas muertas encontradas sobre la vereda. “Algunos dicen que había tomate al lado, que podía estar contaminado”, agregaron.

Román, uno de los perros que murió en Las Cañitas y su dueño

La reacción de los vecinos no se hizo esperar. Carteles con advertencias aparecieron pegados en árboles, postes y puertas de edificios: “¡Cuidado con el veneno! ¡Cuiden a sus mascotas!”. En algunos se incluían imágenes de los elementos hallados en las veredas. “Vos lo ves y parece microtelgopor, pero esto estaba disperso en la base de los árboles”, explicó un periodista desde el lugar.

El material, de color blanco, apareció en distintos puntos del barrio. “Los perros olfatean, eventualmente comen algo que está pegado a eso o mezclado, y ahí aparecen las consecuencias”, señaló.

Los testimonios recogidos indican que la mayoría de los episodios se concentraron en una manzana, particularmente sobre Matienzo al 1700, y que los hechos continuaron repitiéndose a lo largo de una semana. En algunos casos, los animales pudieron ser asistidos a tiempo y recibieron el alta tras permanecer internados.

En paralelo, la Unidad Fiscal Especializada en Materia Ambiental (UFEMA), dirigida por Blas Matías Michienzi, intervino para identificar a los responsables de la diseminación del veneno. Las actuaciones comenzaron en la Fiscalía Penal, Contravencional y de Faltas N°7, a cargo de Matías de Sanctis, y luego fueron derivadas a la UFEMA, con intervención de la División Delitos Ambientales de la Policía de la Ciudad.

Román, uno de los perros que murió en Las Cañitas

Entre las primeras medidas, se dispuso convocar a comerciantes y vecinos para recabar testimonios sobre situaciones sospechosas, y se solicitó información sobre los animales afectados. En los casos en que se produjeron muertes, los cuerpos fueron trasladados a la guardia de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UBA para realizar las necropsias correspondientes y determinar qué sustancia fue utilizada.

Mientras tanto, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires ejecutó operativos preventivos en un cuadrante que abarca las avenidas Dorrego, Del Libertador, Federico Lacroze y Luis María Campos. Las tareas incluyeron hidrolavado y desinfección de calles como Avenida Lacroze, República de Eslovenia, Soldado de la Independencia, Arce, Migueletes, Arévalo, Huergo, Dorrego y Clay.

“Ahora la gente sale a pasear el perro con miedo, en algunos casos con bozal, con correas más cortas”, describió el cronista desde el lugar, en medio de la preocupación vecinal. También se supo que una abogada, dueña de una de las perras intoxicadas llamada Alma, está impulsando la causa judicial como particular damnificada.

Las autoridades recomendaron que, ante signos como vómitos, convulsiones o temblores, se acuda de inmediato a una clínica veterinaria y, de ser posible, se conserve parte del material que el animal haya ingerido para su análisis. Mientras la investigación continúa, la comunidad de Las Cañitas permanece en alerta.