Esteban Enrique Rocha, conocido como “Pinky”, y Brisa Milagros Leguizamón Ferreyra, la pareja que en enero de 2022 celebró su boda en un salón de eventos de la localidad santafesina Ibarlucea -reunión que terminó con el crimen de una familia-, fueron condenados por venta de drogas. Ambos admitieron su responsabilidad como eslabones de menor rango dentro de una organización delictiva liderada por Olga “Tata” Medina, actualmente encarcelada por comercio de estupefacientes.
El Tribunal Oral Federal N°1 de Rosario, integrado por los jueces Germán Sutter Schneider, Elena Dilario y Ricardo Moisés Vázquez, homologó el juicio abreviado acordado entre el fiscal federal Federico Reynares Solari y la defensa del matrimonio, que fue atrapado en enero de 2023 en Asunción, Paraguay, y extraditado a la Argentina en agosto de este año.
Brisa Leguizamón fue sentenciada a cinco años de cárcel, aunque recuperó su libertad debido al tiempo que permaneció bajo arresto domiciliario, medida que transgredió durante la organización de su boda, sin autorización judicial previa.
En cuanto a Esteban Rocha, deberá cumplir una condena de cuatro años de prisión y continúa privado de libertad.
El caso comenzó a fines de enero de 2022 en un salón de fiestas de Ibarlucea, localidad ubicada a media hora de Rosario. Pasadas las 4 del sábado, cuando ya había terminado el evento, dos invitados, un hombre de 35 años, su mujer de 38 y la hija de un año de ambos, fueron emboscados y ejecutados, una de las masacres más resonantes en la industria rosarina del sicariato, motivada, aparentemente, por una deuda de dinero de drogas.
En ese momento, Rocha y Leguizamón estaban procesados por delitos de narcotráfico, como jugadores en bandas menores en la ciudad. Se los señalaba como vendedores de droga de la banda que lideraba Olga Beatriz “Tata” Medina, la cual operaba en los barrios La Cerámica, La Florida y Parque Casas.
En ese marco, “Pïnky” se encontraba excarcelado, pero su pareja estaba bajo prisión domiciliaria y decidió casarse de todas formas.
Tras la trascendencia pública que tuvo el ataque sicario -que tuvo como víctimas a Iván Maximiliano Giménez (35 años), Érica Romero (35) y su hija Elena (1)– , la Justicia federal pidió la detención de ella a Gendarmería Nacional y citó a “Pinky” a dar explicaciones ante el Ministerio Público Fiscal, en el marco de las causas narco en las que eran acusados, no por el triple crimen en sí.
Sin embargo, Brisa y “Pinky” decidieron darse a la fuga.
Finalmente, cayeron en enero de 2023 en Paraguay. Las capturas se dieron tras un trabajo coordinado entre la Unidad de Investigación del Crimen Organizado, la PROCUNAR, el Ministerio Público Fiscal y el Ministerio Público de la Acusación. Las autoridades los encontraron en el lujoso edificio Miami de la ciudad de Asunción.
“Pinky” y Brisa fueron arrestados cuando salían del edificio junto a un pariente, quien había viajado para llevarles a sus hijos para que los vean.
La extradición se concretó a mediados de agosto último. Durante su ausencia, entre el 27 de junio y el 2 de diciembre del año pasado, se realizó el primer juicio del caso: se llevó a proceso a la organización que ellos integraban, según la acusación del fiscal federal Federico Reynares Solari.
En aquel debate oral y público, el Tribunal Oral Federal N°1 de Rosario le dio una pena de 6 años y 6 meses de prisión a Medina, la jefa de la estructura narco.