La investigación por el asesinato de Julián Dobra de la Canal, ocurrido en abril en la ciudad de General Roca, en Río Negro, sumó una novedad relevante ayer miércoles. La Policía provincial detuvo a un hombre que habría estado vinculado en el homicidio, tras una serie de diligencias que permitieron avanzar en el esclarecimiento del caso.
La orden de detención fue ejecutada en un domicilio de la ciudad, luego de que los investigadores recabaran todas las pruebas necesarias para relacionarlo con el crimen.
Tras su arresto, el hombre será imputado este jueves, de acuerdo con la investigación a la que pudo acceder el medio local Diario de Río Negro.
Dobra de la Canal, de 32 años, fue visto por última vez la tarde del 16 de abril, cuando salió de su departamento en la calle General Paz al 2200. Abandonó el complejo en su automóvil Suzuki Fun, pero nunca regresó. Los familiares denunciaron su desaparición y, tras intensos días de búsqueda, un grupo de vecinos encontró el cuerpo el 30 de abril, en un sector descampado de bardas.
La autopsia preliminar estableció que el joven recibió dos disparos en la cabeza efectuados con un revólver calibre .22. Los peritos estimaron que el asesinato ocurrió entre dos y tres días después de su desaparición.
Luego del hallazgo del cuerpo, la fiscal jefa Belén Calarco y el fiscal Marcelo Ramos imputaron a Julio César Salgado, Leandro Navarro y Walter Méndez, además de dos adolescentes, como presuntos responsables de un homicidio doblemente agravado por el uso de arma de fuego y la participación de menores.
El juez de garantías Julio Martínez Vivot avaló la acusación de la fiscalía y de las dos querellas particulares, y autorizó la investigación formal pese a la oposición de las defensas técnicas.
Los adultos fueron sometidos a prisión preventiva, mientras que los adolescentes obtuvieron arresto domiciliario bajo monitoreo electrónico. Posteriormente, el juez Martínez Vivot concedió la excarcelación de Julio César Salgado, quien sigue imputado y debe portar un dispositivo de vigilancia. La liberación fue solicitada por la defensa tras la presentación de una pericia que descartó la correspondencia entre una huella encontrada en la escena y una zapatilla secuestrada en su domicilio. La fiscalía y las querellas no se opusieron a la medida.
La detención del nuevo sospechoso representa un giro en la estrategia de investigación, dado que mantendría una relación directa con varios de los imputados ya procesados.
En las próximas horas, el sospechoso deberá comparecer ante la fiscalía para la formulación de cargos en su contra, donde se hará pública la evidencia que pesa en su contra y se determinará su situación procesal. Mientras tanto, las autoridades continúan con la investigación y no descartan que se produzcan nuevas detenciones.
En simultáneo, los padres y allegados de la víctima siguen reclamando justicia. De hecho, tras el crimen, Oscar Pineda, abogado de la familia, expresó que manejan dos posibles hipótesis sobre lo ocurrido. “Quizás Julián escuchó o vio algo que no tenía que ver o escuchar, quizás estaba en el lugar equivocado”, dijo.
Además, negó de manera tajante los rumores que vinculan a la víctima con el narcotráfico. “Lo niego enfáticamente”, remarcó en diálogo con medios locales.
El letrado también hizo referencia a algunos puntos que les llamaron la atención. “El auto (que pertenecía a la víctima y en el que se movilizaba al momento de su desaparición) que aparece después… Quizás lo tenían escondido, y al mediatizarse el caso decidieron quemarlo. Esa es una pista que estamos siguiendo y de ahí podríamos sacar varias conclusiones”, sostuvo.
En cuanto al celular que fue hallado entre las ropas de la víctima, planteó dos posibilidades: “O lo dejaron plantado a propósito o hubo una negligencia por parte de las personas que participaron. No lo sabemos, pero lo vamos a saber”.