La Policía de la Ciudad desbarató una banda familiar apodada los “carniceros infieles”, integrada por dos empleados de un frigorífico del barrio porteño de Mataderos y sus hijos, quienes fueron detenidos acusados de robar grandes cantidades de carne y derivados para revenderlos en carnicerías de la Ciudad y del Conurbano bonaerense.
La investigación, encabezada por la División Defraudaciones y Estafas de la fuerza porteña, comenzó a raíz de la denuncia de los propietarios del frigorífico afectado, ubicado en la esquina de Rodó y Timoteo Gordillo.
Los dueños advirtieron que desde hacía varios meses se registraban pérdidas inexplicables en la contabilidad del negocio, lo que despertó sospechas sobre la posible participación de empleados internos.
Ante esta situación, los investigadores analizaron durante semanas las cámaras de seguridad internas y externas del establecimiento, además de realizar tareas de vigilancia encubierta en los horarios de mayor actividad, que en el rubro suelen ser las madrugadas.
Fue así como detectaron el modus operandi del grupo: a primera hora, uno de los hijos de un empleado llegaba al frigorífico con una camioneta para retirar mercadería. En las facturas figuraban ventas por montos reducidos, pero en realidad se cargaban cantidades muy superiores de achuras y embutidos, lo que representaba un robo estimado entre 100 y 300 kilos por operación, con un valor aproximado de 800 mil pesos cada vez.
Con los datos obtenidos, el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N° 35 ordenó continuar la investigación.
Los policías comprobaron que los productos sustraídos eran transportados en dos camionetas tipo furgón, que no contaban con habilitación sanitaria para trasladar alimentos frescos, y distribuidos en diversas carnicerías, una de las cuales pertenecía a uno de los propios empleados del frigorífico.
Finalmente, durante una nueva operación encubierta, los agentes siguieron a una camioneta Fiat Fiorino conducida por los hijos de los empleados sospechados. Tras interceptarla a pocas cuadras del frigorífico, realizaron el pesaje de la mercadería y constataron un desfasaje notable entre lo facturado y lo cargado.
Con esta prueba, el juzgado dispuso allanamientos simultáneos en el establecimiento y en los domicilios de los implicados, donde fueron detenidos los dos empleados acusados y se incautaron grandes cantidades de carne, dinero en efectivo, teléfonos celulares, documentación y facturas que acreditaban las maniobras fraudulentas.
Los cuatro detenidos —dos empleados y sus respectivos hijos— quedaron a disposición de la Justicia, acusados de defraudación y robo agravado, mientras continúa el análisis de la red de distribución de la carne robada.
Desbaratan un “clan” narco en el Barrio 1-11-14
La semana pasada, la Policía de la Ciudad también llevó adelante una serie de allanamientos en el Barrio 1-11-14, que culminaron con el desmantelamiento de una banda narco familiar identificada como el “Clan Mareco”.
El operativo permitió capturar a cinco personas, entre ellas tres familiares directos del jefe de la organización, quien se encuentra detenido desde hace algunos meses.
La operatoria principal del “clan” consistía en la venta de estupefacientes sobre la calle Barros Paso, asistidos por un grupo de “satélites” y repartidores en inmediaciones, todos ellos catalogados como altamente peligrosos.
Los procedimientos, encabezados por la División Investigaciones Antidrogas Zona Sur, se desplegaron en cuatro viviendas del asentamiento ubicado en la zona del Bajo Flores.
Según comunicaron desde la fuerza policial porteña, los efectivos secuestraron 1.860 gramos de cocaína y pasta base, además de dos pistolas calibre .9mm, más de 60 municiones de distintos calibres, balanzas de precisión, teléfonos celulares y una suma de dinero que alcanzó $140.000 y 1.500 dólares.