Kate Winslet cumple 50: del llanto en silencio por las críticas a su cuerpo a referente contra los estereotipos de belleza

0
4

Kate Winslet (REUTERS/Mario Anzuoni)

Nadie olvidará jamás esa escena en la que Kate Winslet experimentaba la sensación de volar en la proa del Titanic, extendiendo sus brazos mientras Leonardo Di Caprio la abrazaba desde atrás. La película de James Cameron que la catapultó a la fama internacional, basada en la historia real del hundimiento del trasatlántico por el que fallecieron unas 1500 personas en 1912, se estrenó en 1997 y batió todos los récords de taquilla en el mundo. Sin embargo, a su protagonista le dejó un sabor amargo.

Este 5 de octubre, Kate cumple 50 años. Y, si en aquel momento hubiera tenido la seguridad que tiene hoy, en su vida adulta, seguramente hubiera podido disfrutar mucho más de ese suceso. La actriz, que había comenzado a trabajar en el film a los 20, cumplió los 21 durante el extenso rodaje y, cuando la película finalmente llegó a los cines, tenía 22.. En otras palabras, era demasiado joven como para poder lidiar con las agresiones gratuitas que comenzó a recibir por su cuerpo.

Era una sociedad distinta, demás está decirlo, en la que tanto el público como los medios de comunicación se regodeaban marcando los “defectos” físicos de sus estrellas. Era habitual ver una foto en una revista destacando con un círculo rojo la celulitis de una celebrity. O escuchar a los presentadores de los programas de televisión analizando si una actriz había subido de peso de una entrega a otra de premios y si era conveniente que se sometiera a una dieta.

La actriz junto a Leonardo DiCaprio en la más recordada escena de Titanic

Y sí: en años en los que la anorexia se expandía como una peste entre las adolescentes, Winslet se convirtió en el centro de las críticas por su contextura robusta. Una contextura que encajaba perfectamente con el papel de Rose que le había tocado encarnar, pero que la dejaba expuesta a las agresiones de quienes -¡por suerte sin redes sociales aún!- pretendían que en las alfombras rojas solo pudieran desfilar mujeres que encajaran en estándares de belleza sanamente inalcanzables.

Así eran las cosas. Kate lloró en silencio. Y sufrió. Hasta que el paso del tiempo le dio la experiencia que necesitaba como para enfrentar este tipo de situaciones. “Fue absolutamente atroz. ¿Qué clase de persona tienes que ser para hacerle algo así a una joven actriz que apenas está empezando?”, dijo durante una entrevista para 60 Minutos hace apenas un año. Y luego, empapada en lágrimas, agregó: “Sí, me enfrenté. Les eché la bronca. Les dije que esperaba que esto les persiguiera. Fue un gran momento porque no fue solo por mí, fue por todas esas personas que fueron sometidas a ese nivel de acoso. Fue horrible, fue realmente malo”.

Cabe señalar que en aquel momento, mientras Di Caprio se convertía en uno de los galanes más codiciados, Winslet llegó a barajar la posibilidad de alejarse de la profesión a causa del hate. Pero siguió adelante con su vocación, a pesar de todo. Y, de un tiempo a esta parte, se permitió ponerle freno incluso a los que, supuestamente con buenas intenciones, pretendían instarla a “disimular” sus “imperfecciones”.

Kate y Di Caprio se convirtieron en grandes amigos (Photo by Alexandra Wyman/WireImage)

Sin ir más lejos, en el rodaje de Lee, film que protagonizó en 2023 bajo la dirección de una mujer, Ellen Kuras, Kate vivió una situación desafortunada con uno de los miembros del equipo. En una escena de la película que aún no se estrenó, el personaje de Winslet está en bikini sentada en un banco. Y la actriz la recreó. Pero esta persona se le acercó para sugerirle que se sentara “más recta”. Y ella no dudó en responderle: “¿Así que no querés verme la barriga? Ni lo sueñes”.

Lo mismo sucede ahora que, desde el anonimato, cualquiera la puede agredir con su teléfono sin moverse de su sofá. Porque está claro que Kate no está dispuesta a sucumbir ante quienes pretenden verla entrar a un quirófano por cuestiones estéticas. “Creo que la gente puede hacer algo mejor que decir: ‘Quizá quieras hacer algo con esas arrugas’. Estoy más cómoda conmigo misma cada año que pasa. Y eso me permite que las opiniones de los demás se evaporen”, dice la actriz.

En la actualidad, la ganadora de un premio Oscar, cinco Globos de Oro y dos Emmy, entre otros galardones, enfrenta un nuevo desafío en su carrera, ya que se animó a debutar como directora en Goodbye June, un drama familiar que también protagoniza para la plataforma Netflix. Está considerada como una de las figuras más talentosas de su generación. Pero su presente es el resultado de un largo camino en el que tuvo que sortear muchos obstáculos.

Familia de artistas

Nacida el 5 de octubre de 1975 en Reading, Inglaterra, bajo el nombre completo de Katherine Elizabeth Winslet, la actriz creció en un hogar de artistas. Su abuelo tenía un teatro de repertorio. Y tanto su padre como su tío se dedicaban a la actuación, por lo que ella siempre supo cuál iba a ser su destino. Debutó a los 11 en un comercial de cereales en el que apenas se le veía un brazo. Y, ya desde esa época, empezó a sufrir bullying por su peso por parte de sus compañeros de la escuela y sus profesores de teatro. Pero estaba segura de lo que quería. Aunque también sabía que, para vivir de lo que le gustaba, iba a tener que hacer mucho sacrificio. “Vengo de una familia de actores que vivieron, y todavía lo hacen, con muy poco dinero”, había confesado a The Sun.

Kate Winslet y su esposo, Edward Abel Smith, también conocido como Ned Rocknroll

Por esa razón, Kate mantuvo su trabajo en un local de comida, incluso, después de haber debutado en su primera película, Heavenly Creatures, en 1994. Es verdad que el éxito le llegó rápido y, apenas tres años más tarde, ya era una celebridad a nivel internacional. Sin embargo, cada vez que dudaba si valía la pena seguir enfrentando las piedras que se le presentaban en el camino, recordaba las palabras de su padre que le decía: “¿Sabes qué, cariño? Tienes que seguir adelante. Sólo puedes hacer lo mejor que puedas, y lo mejor que puedas es suficiente, niña”.

La niña creció y hoy es madre de tres hijos de tres matrimonios diferentes: Mia, quien nació como fruto de su relación con Jim Threapleton, Joe, a quien tuvo con Sam Mendes, y Bear, de su actual pareja con Edward Abel Smith, conocido como Ned RocknRoll. Y a ellos, como a los jóvenes de todo el mundo, trata de trasmitirle su experiencia. “Aprendí a aceptar mis defectos, a no disculparme por quien soy. Pensé mucho y decidí que, simplemente, no escucharía cuando dijeran que mi cuerpo no encajaba”, aseguró Kate en una nota con Rolling Stone.

Y agregó, contundente: “Si toda esa mierda, toda la lucha, todo el uso de mi voz durante años, el hecho de que a menudo me señalen con el dedo y se rían de mí tuvo un efecto positivo, ¡me importa una mierda! Todo valió la pena. Porque la cultura está cambiando de una manera que ni en mis sueños más locos hubiera imaginado cuando tenía 20 años”.