Qué revelaron las pericias sobre el origen del incendio de la histórica casa de Villa Blaquier en Mar del Plata

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El incendio que destruyó la Casa Blaquier la noche del pasado 23 de septiembre en Mar del Plata continúa bajo investigación, aunque los peritajes permiten al menos una conclusión: hubo “intervención de terceras personas” en el siniestro. El relevamiento sobre los restos de la casilla, situada en Alvear entre Bolívar y Colón, fue completado este jueves.

Los informes, según La Capital, arrojaron que la propiedad carecía de medidores de luz y gas, así como de cualquier fuente particular de energía, incluidos elementos como garrafas.

“No había fuentes de energía propias, ni nada que pudiera provocar una falla accidental”, precisaron fuentes judiciales a 0223, otro medio local. Por esa razón, sólo resulta viable la hipótesis de un origen externo del foco ígneo, lo que implica alguna acción -ya sea intencionada o involuntaria- ejecutada por terceros.

La histórica vivienda de Mar del Plata carecía de fuentes de energía que pudieran causar un accidente (La Capital)

Vecinos de la zona relataron, el mismo día del incendio, que vieron a personas ajenas dentro del inmueble desde las primeras horas de la tarde. Un residente, que no quiso revelar su identidad, señaló a 0223: “Desde temprano vieron gente, tipo 18 horas. Siempre se metían. Quizás por el frío hicieron un fuego y se les fue de las manos”.

Las sospechas sobre la presencia de “extraños” no son nuevas y coinciden con versiones previas en el barrio, que apuntaban a la ausencia de vigilancia en la finca, por aquel entonces deshabitada y puesta en venta.

La fiscal Florencia Salas encabeza la investigación del caso, que continuará con tareas pertinentes para determinar qué sucedió la noche del incendio.

El día del siniestro, quienes circulaban por la zona durante la medianoche quedaron impactados por el estallido del incendio. A los pocos minutos, tres dotaciones de bomberos de los cuarteles Centro y Puerto acudieron al lugar, acompañadas por equipos de Defensa Civil que también respondieron al llamado.

Tres dotaciones de bomberos y Defensa Civil trabajaron durante horas para controlar el siniestro

La casa, edificada sobre un lote de 20 metros cuadrados, contaba con estructura y vigas de madera, techo recubierto con tejas sobre chapa y cinco habitaciones distribuidas en torno a un patio trasero. Los rescatistas extendieron mangueras en la parte frontal y lateral de la vivienda mientras buscaban frenar el avance del fuego, tarea que se prolongó hasta la madrugada.

El trabajo de los agentes se desarrolló durante varias horas e incluyó labores de enfriamiento para impedir que las brasas reavivaran el siniestro en medio de los restos. Al finalizar la intervención, comprobaron que la edificación colapsó por completo.

Las llamas destruyeron la vivienda hasta reducirla a escombros y frágiles listones ennegrecidos, derribando cada pared y dejando un ahumamiento generalizado. Imágenes posteriores al incidente dan cuenta de la magnitud de los daños: maderas quemadas, techumbres caídas y el vacío que reemplazó a un histórico exponente del patrimonio arquitectónico de Mar del Plata.

La historia de la casa incendiada

La edificación, célebre entre las denominadas “casillas” de Mar del Plata que definieron una época, presenta una historia particular. Se construyó en 1903 por encargo de Benjamín Anchorena y estuvo a cargo de la firma británica John Wright, basada en Liverpool y activa en Buenos Aires.

Para su edificación, se emplearon materiales importados especialmente, creando así una vivienda sobre pilotes de madera dura. La fachada exhibía tablas horizontales de “machimbre inglés” de una pulgada de grosor, mientras que sus pisos y cielorrasos también eran de madera.

Los interiores contaban con revestimientos de media pulgada cubiertos con arpillera y papel, y detalles como linóleum en el baño y una chapa fijada en la cocina, de acuerdo con los registros históricos del arquitecto Roberto Cova citados por La Capital.

La Casa Blaquier, construida en 1903, era la última casilla histórica en pie en la zona (La Capital)

El diseño original del lote contemplaba, a inicios del siglo XX, otros cinco chalets de madera ubicados en la cuadra comprendida entre las calles Bolívar, Güemes y Alvear. De ese conjunto, esta fue la última casilla en pie hasta el incendio que destruyó la construcción. Pertenecía al grupo arquitectónico conocido como Villa Blaquier, a escasos metros del mar y antiguamente resguardado por muros de piedra.

Posteriormente, Anchorena vendió el inmueble a la familia Blaquier. La casa fue utilizada para alojar a los obreros encargados de edificar la villa principal, justo enfrente. También funcionaba como obrador y hogar de los trabajadores; tenía una galería frontal que abarcaba dos tercios de la fachada y un techo sencillo, sin mojinetes ni tragaluces. Tanto esta casilla como las demás del vecindario tenían baños incluidos entre sus comodidades.

Con el paso de los años, la propiedad fue mostrando los signos inevitables del tiempo, algo perceptible desde la Villa Ortiz Basualdo. Considerada un elemento clave del patrimonio urbano, la casilla destruida había sido puesta a la venta, superando los 900.000 dólares, según el medio marplatense Ahora, permaneciendo como una pieza de gran importancia histórica.