El emotivo recuerdo de la argentina asesinada durante el atentado en Jerusalén: “Era una persona maravillosa, súper dulce”

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Mendelson fue asesinada mientras esperaba ir a su trabajo, la oficina de Bnei Akiva

“La vida para ellos no tiene ninguna importancia. Si son capaces de poner al propio pueblo palestino de rehén ante las balas, ante los misiles, la verdad es que no se puede hablar de gente, se habla de monstruos en este caso”, dijo con dolor Daniela Schupak, la sobrina de Sara Mendelson, la ciudadana argentino-israelí asesinada, junto a cinco personas más, durante el atentado en Jerusalén ocurrido el día lunes.

En la mañana del ataque, Sara esperaba el autobús en una concurrida parada, rumbo a su trabajo de asistencia social, cuando dos palestinos abrieron fuego contra los civiles. El acto terrorista dejó no sólo seis muertos, sino también un país de luto y conmocionado.

Expertos forenses trabajan en el lugar donde se produjo el atentado al micro en Jerusalén (REUTERS/Ronen Zvulun)

En comunicación con el periodista Eduardo Feinmann, en el programa Alguien tiene que decirlo, por Radio Mitre, la familiar de la víctima alzó su voz ante la violencia que sacude a Jerusalén y deja huellas profundas en familias de todo el mundo. “Sarita era una persona maravillosa, realmente, era súper dulce, un ser de luz. Tenía 60 años y vivía ya hace más de 35 en Israel. Estaba felizmente casada con Yomi que, pobrecito, ahora no tiene consuelo», cuenta esta vecina de Avellaneda, aludiendo al esposo de Sara, que está devastado por la pérdida.

De esa unión nacieron cuatro hijos -“tres hijas y un varón, que le dieron gracias a Dios muchísimos nietos”-, y fue justamente en el rol de abuela en el que, según Daniela, Sara brillaba con fuerza: “Ella vivía de verdad babosa con sus nietos, siempre buscando ayudarlos en todo, regalándoles cosas lindas que solía hacer ella”, enfatizó.

Sara, quien formaba parte del liderazgo del movimiento juvenil sionista religioso Bnei Akiva, era -según su sobrina- “una típica madre y abuela judía dedicada completamente a su familia, siempre buscando ayudarlos a sus nietos en todo”, recordó Schupak.

Mendelson había visitado el sitio de la masacre del festival Nova

Una imagen difundida en medios israelíes mostró a Mendelson durante una visita reciente al sitio de la masacre del festival Nova, donde cientos de jóvenes fueron asesinados durante los ataques terroristas del 7 de octubre.

Y cerró aludiendo nuevamente a los atacantes: “Tienen un desprecio total y absoluto por la vida humana. Entonces, son un karma, algo que tenemos que luchar entre todos, dejarnos de joder con tanto antisemitismo en el mundo y empezar a poner paños fríos y tomar decisiones políticas serias para terminar con este flagelo que nos perjudica a todos, en realidad, a toda la civilización judeocristiana».

Las otras víctimas del atentado

Entre las víctimas mortales, además de Mendelson, se encuentran Yaakov Pinto, de 25 años, quien había emigrado desde España a Israel y recientemente se había casado. Pinto residía en Jerusalén y representaba, según los testimonios recogidos, la historia de un nuevo comienzo en su hogar nacional.

Otra de las víctimas, el rabino Levi Yitzhak Pash, impartía clases en una yeshivá de Jerusalén y vivía en Tel Zion, una localidad cercana. Además de su labor educativa y rabínica, trabajaba en el mantenimiento del centro de estudios.

El ataque también se cobró la vida de Israel Mentzer, de 28 años, y Yosef David, de 43 años, ambos residentes del barrio de Ramot, donde tuvo lugar el atentado. David se dirigía a su kollel, una yeshivá para hombres casados, en el momento del ataque, mientras que Mentzer también era estudiante.

Las víctimas del ataque terrorista mortal en Jerusalén ocurrido el último 8 de septiembre. Arriba, de izquierda a derecha, Levi Yitzhak Pash, Yisrael Matzner, 28 años; rabino Yosef David, 43 años. Abajo, de izq. a der.: rabino Mordechai Steintzag, 79 años; Yaakov Pinto, 25 años y Sara Mendelson, 60 años

La lista de víctimas se completa con el rabino Mordechai Steinsteg (también identificado como Steintzag), de 79 años, quien había emigrado a Israel desde Estados Unidos en 1993. Aunque su formación era en cardiología, Steinsteg era conocido por fundar y dirigir la panadería “Dr. Mark’s Bakery” en Beit Shemesh, donde combinó su conocimiento científico con la panadería, dejando un legado comunitario.

Tras el atentado, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, acudieron al lugar para condenar el suceso.