El hombre que conducía el Toyota Etios rojo que atropelló a un motociclista en Adrogué y huyó, dejándolo gravemente herido, finalmente se entregó a las autoridades en las últimas horas. La familia de la víctima llevaba casi un mes pidiendo que el responsable se pusiera a disposición de la Justicia y solicitando a testigos que den información para dar con él.
Según supo Infobae, el conductor que cometió el hecho es un adulto de 66 años insulino-dependiente que se presentó de manera voluntaria en la comisaría Primera de Almirante Brown luego de que el reclamo de los familiares comenzara a viralizarse en medios y redes sociales.
Al entregarse, el hombre dio una insólita explicación a su fuga: dijo haberse asustado tras el incidente y que, por eso, tomó la decisión de seguir de largo, sin frenar para saber cómo se encontraba el joven motociclista lesionado.
Otro dato igual de llamativo que aportó en la causa es que, tras escapar del lugar, el conductor realizó la denuncia correspondiente ante su compañía de seguros.
Por el momento, el hombre no está detenido, aunque fue convocado por las autoridades a una indagatoria citada para la próxima semana. En esa instancia, tendrá la oportunidad de dar su versión de los hechos.
Acerca del cuadro de salud de la víctima, fuentes del caso señalaron a Infobae que ya fue dado de alta del hospita donde se encontraba internado y que está fuera de peligro.
El hecho
El episodio se registró el 7 de agosto, cerca de las 18:20, en la esquina de San Martín y Pasaje Tavera. Cuando Emiliano Pérez, de 31 años, transitaba en su moto, el coche cruzó la intersección a alta velocidad y lo embistió violentamente.
La fuerza del impacto arrojó a Emiliano al asfalto y lo desplazó hacia el carril contrario, donde terminó atrapado debajo de un Volkswagen Fox que se movilizaba en sentido contrario. El conductor de este último vehículo detuvo su marcha y socorrió inmediatamente al joven herido.
Varios vecinos de la zona salieron a la calle tras observar la escena y también colaboraron para liberar a Emiliano.
En diálogo con la prensa, la víctima contó: “Estaba abajo del auto y dije: ‘De acá no salgo, acá me muero’”. El joven sostuvo que jamás perdió el conocimiento y que recordaba claramente cómo se desarrollaron los hechos.
Al reconstruir el momento del accidente, detalló: “Sale un auto y me embiste a la moto y me fractura la tibia y el peroné. Me tira a la calle y yo voy a parar abajo del auto que venía de la mano de enfrente. Y ahí quedo trabado abajo del auto”.
El joven precisó que permanecía consciente y reclamando ayuda mientras se encontraba debajo del vehículo. “Tuvieron que levantar todo para sacarme. La verdad es que no sabemos qué pasó, simplemente que me atropelló y me dejó tirado. Yo venía por mi carril, despacio. No termino de entender qué fue lo que ocurrió”, indicó.
El accidente dejó como saldo una fractura expuesta de tibia y peroné, además de nueve costillas rotas. Las lesiones requirieron una internación prolongada y múltiples intervenciones quirúrgicas. Pérez fue derivado en primer término al Hospital Lucio Meléndez y luego trasladado a un sanatorio de Lanús, donde permaneció 20 días hospitalizado.
Debió ser sometido a dos operaciones y a la colocación de tutores y clavos en la pierna para alinear el hueso. Durante su internación, desarrolló una neumonía bilateral provocada por las fracturas costales. El cuadro complicó su recuperación y llevó a los médicos a considerar la posibilidad de intubación, aunque finalmente no fue necesario apelar a ese recurso.
Por estos días, continúa con movilidad limitada y avanzando en un tratamiento de rehabilitación. “Hoy tengo que aprender a caminar de nuevo. Es todo muy lento en este proceso. Cuando salí de abajo del auto me cambió la cabeza totalmente”, manifestó en diálogo con El Trece.
La familia de Emiliano había recurrido a las redes sociales y a diversos medios para reunir testimonios que permitieran identificar al responsable.
Si bien las imágenes captadas por una cámara de seguridad reflejan el instante posterior al choque, donde se distingue el impacto de la moto y el momento en el que Emiliano queda atrapado bajo el segundo coche, la grabación no permite visualizar con claridad la matrícula del Etios.
La causa se tramita en la UFI 10 de Lomas de Zamora. Emiliano subrayó: “Yo no puedo creer que él se fue tranquilo sin saber si yo estaba muerto o vivo”.