Encontraron muerto a Shane Christie, ex All Blacks de 39 años: había pedido que investigaran su cerebro por las conmociones

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En 2018, tras interrumpir su carrera por cuestiones de salud, Christie negoció con New Zealand Rugby (NZR) la incorporación de una serie de recomendaciones para mejorar la respuesta ante lesiones cerebrales en la disciplina (Foto: Anthony Wallace/ AFP)

El ex jugador neozelandés de rugby Shane Christie, de 39 años, fue encontrado sin vida en su domicilio de Nelson, según confirmaron autoridades locales. Christie había dedicado los últimos años de su vida a promover la investigación sobre los efectos de la conmoción cerebral y su posible vínculo con trastornos cerebrales degenerativos, tras experimentar en carne propia los síntomas severos derivados de los golpes sufridos durante su carrera profesional.

La policía indicó que, por el momento, la causa de la muerte está bajo investigación y será remitida al forense, mientras que medios locales como New Zealand Herald advirtieron que el suceso será investigado como “presunto suicidio”.

A lo largo de su carrera, Christie defendió los colores de los Highlanders en el Super Rugby, los Māori All Blacks –selección secundaria de Nueva Zelanda– y distintas franquicias del rugby de ese país. Tras su retiro en 2018, reportó haber atravesado episodios frecuentes de dolor de cabeza, déficit de memoria y estados de fatiga atribuibles a lesiones cerebrales.

Como él mismo confirmó en diversas entrevistas, Christie sospechaba estar afectado por encefalopatía traumática crónica (ETC), una patología neurodegenerativa asociada a traumas craneales repetidos y ampliamente documentada en el fútbol americano estadounidense. La ETC solo puede diagnosticarse de manera póstuma, motivo por el cual había manifestado su intención de donar su cerebro a la ciencia para avanzar en la investigación de este tipo de cuadros.

Junto con su actividad como deportista, Christie asumió un rol público en defensa del bienestar de los jugadores, impulsando cambios en el abordaje de las lesiones cerebrales dentro del rugby profesional. Su compromiso creció luego de la muerte de su amigo y ex compañero Billy Guyton en 2023, convertido en el primer rugbier de Nueva Zelanda en recibir un diagnóstico póstumo de ETC. Christie participó de la Fundación Billy Guyton, orientada a visibilizar las secuelas a largo plazo de la conmoción cerebral y ofrecer respaldo integral a quienes atraviesan situaciones similares.

La relación entre la conmoción cerebral y la salud mental de los deportistas de deportes de contacto se instaló en la agenda del rugby y otras disciplinas a partir de la evidencia creciente sobre síntomas como ansiedad, alteraciones de conducta y deterioro cognitivo prematuro entre exjugadores expuestos a traumatismos craneales recurrentes, según detalló el NZ Herald. En ese contexto, Christie expuso repetidamente la necesidad de recabar datos más precisos y revisó el sistema de seguimiento médico en el ámbito local, presionando por una mayor apertura institucional.

El ex jugador neozelandés de rugby Shane Christie, de 39 años, fue encontrado sin vida en su domicilio de Nelson (Alden Williams/Stuff via AP)

En 2018, tras interrumpir su carrera por cuestiones de salud, Christie negoció con New Zealand Rugby (NZR) la incorporación de una serie de recomendaciones para mejorar la respuesta ante lesiones cerebrales en la disciplina. Estas propuestas quedaron registradas como parte de una revisión confidencial a la que contribuyó a través de su caso personal, aunque el propio jugador manifestó en los últimos meses su frustración ante la imposibilidad de comunicar públicamente su contenido, indicó el diario local NZ Herald.

Una carta del director ejecutivo de NZR, Mark Robinson, fechada en abril de este año, confirmó que “las mejoras sugeridas no se podían mencionar públicamente, pero que eran parte del trabajo interno del organismo deportivo sobre las lesiones en la cabeza”, según especificó el periodista David Fisher en el informe del periódico neozelandés titulado “cómo le impidieron a Shane Christie hablar sobre lesiones cerebrales el año antes de su muerte”.

Christie decidió dejar asentado que donaría su cerebro para ser estudiado, aunque se quejó en una de sus últimas entrevistas por esta decisión de la NZR de no comunicar las medidas para el cuidado de los deportistas: “Demuestra que no quieren que se sepa que no están a la altura de su lema de velar por los intereses y el bienestar de los jugadores. Si tuvieran confianza, habrían publicado las recomendaciones de inmediato”.

El ex jugador aseguró que podría haberse retirado con su “indemnización” y quedarse en silencio, pero explicó por qué decidió visibilizar el tema: “Hay jugadores en todo el país que están sufriendo conmociones cerebrales en este momento y no lo saben. El público no sabe cuántos jugadores sufren conmociones cerebrales cada semana. Es mucho peor de lo que el público cree. Todos los equipos sufren múltiples conmociones cerebrales cada año y estamos subestimando sus efectos. Por eso tenemos jugadores mayores con (problemas de) conmoción cerebral: no lo gestionábamos entonces y no lo gestionamos ahora”.

Según el testimonio de quienes apoyaron su reclamo, entre ellos la Asociación de Jugadores de Rugby de Nueva Zelanda, representantes políticos y familiares de otros afectados, la publicación de esos lineamientos permitiría transparentar el abordaje institucional y mejorar las estrategias de seguimiento y asistencia a jugadores activos y retirados.

En Nueva Zelanda, la discusión adquirió renovada visibilidad tras el fallecimiento de Guyton y el pedido de una investigación exhaustiva de su caso, que incluyera a las organizaciones responsables del rugby profesional. Partes interesadas vinculadas a la salud y el deporte subrayan la importancia de mantener criterios de apertura y evaluación independiente en torno a la gestión médica de las conmociones.

La carrera de Christie se extendió del 2010 al 2017 con pasos por los Tasman (fue capitán), los Crusaders, los Highlanders (conquistó el título del Super Rugby en 2015) y los Māori All Blacks: los síntomas recurrentes asociados con una lesión cerebral pusieron fin a su carrera.