Intentaron ingresar droga oculta en panes a un penal de Córdoba y fueron descubiertos

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Un operativo en el Establecimiento Penitenciario N° 9, de Córdoba, permitió a las autoridades incautar droga oculta en su interior de unos panes criollos.

Según el comunicado difundido por el Servicio Penitenciario de Córdoba, el operativo se concretó tras notar características irregulares en los alimentos ingresados para uno de los internos.

“Durante una requisa de paquetes, se pudo observar que en el interior del pan criollo se encontraban elementos extraños de manera oculta”, publicó el Servicio Penitenciario en X.

Las autoridades detallaron que la intervención formó parte de los controles regulares implementados para prevenir el ingreso de sustancias prohibidas.

Parte de los

La verificación minuciosa permitió confirmar que los seis criollos observados ocultaban en sus migas un total de seis envoltorios de nylon por unidad. En cada pan, el personal penitenciario halló pequeños paquetes de marihuana cuidadosamente disimulados, de acuerdo con la información a la que pudo acceder el medio local La Voz del Interior.

La droga fue inmediatamente decomisada, conforme al protocolo previsto para este tipo de casos, y quedó bajo el resguardo preventivo en espera de nuevas instrucciones judiciales.

Tras el secuestro de la marihuana, el hecho fue puesto en conocimiento inmediato de la Fuerza Policial Antinarcotráfico (FPA), organismo responsable de investigar delitos vinculados al tráfico y tenencia de estupefacientes en la provincia. La causa será analizada por equipos especializados para determinar el origen del envío y la identidad del destinatario dentro del penal.

El ingreso del Establecimiento Penitenciario N°9 de Córdoba (Google Maps)

Una red narco dentro de una cárcel de Florencio Varela

Hace dos meses, se realizó un amplio operativo contra una presunta organización dedicada a la comercialización de estupefacientes desde el interior de la Unidad Carcelaria Nº 31 del Servicio Penitenciario Bonaerense, ubicada en Florencio Varela.

La causa culminó con cuatro sospechosos aprehendidos, seis notificadas y una importante cantidad de drogas, armas y dinero secuestrados. El foco de la pesquisa fue la actividad de los internos Fernando Martín Escobar Brítez, alias “Alan” (35 años), y Matías Ezequiel Paz Benítez, conocido como “Maty” (40), ambos señalados como “dealers intramuros”.

De acuerdo con la información recolectada por los investigadores, los sospechosos habrían montado una estructura de venta de droga desde el interior del penal con ramificaciones externas y apoyo logístico en el barrio Villa Azul.

En línea con la principal hipótesis planteada por los investigadores, Escobar Brítez y Paz Benítez habrían utilizado visitas femeninas como “mulas” para ingresar los estupefacientes al penal. Las mujeres recibían pagos anticipados y, durante las jornadas habilitadas para visitas, ocultaban la droga en su indumentaria o pertenencias para introducirla en los pabellones. Las entregas se distribuían en al menos trece sectores distintos del establecimiento penitenciario.

A partir de esta dinámica, y con pruebas reunidas durante el proceso de investigación, el Ministerio Público Fiscal dispuso la ejecución de 20 órdenes de allanamiento entre pabellones del penal y distintos domicilios ubicados en Quilmes, Avellaneda, San Miguel y La Plata.

El 13 de junio pasado, se concretaron 13 allanamientos dentro del penal, que incluyeron requisas en celdas específicas. Durante ese operativo, fueron secuestrados estupefacientesteléfonos celulares y otros elementos considerados de interés para la causa. Participaron agentes de distintas direcciones de seguridad del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB).

Al día siguiente, se realizaron siete allanamientos simultáneos en distintas localidades del Conurbano bonaerense, que arrojaron resultados concretos. En esas intervenciones, fueron aprehendidas cuatro sospechosos de 21, 31, 37 y 33 años.

Además, otras seis personas fueron identificadas y notificadas de la formación de la causa. Una de ellas, de 38 años, fue sindicada como proveedora de Paz Benítez; dos hombres de 28 y 30 cumplirían funciones como “satélites” del búnker; y una mujer de 47 también señalada como proveedora de droga para la red vinculada a “Maty”.